Un vez más, Atlante

José Ramón Fernández
en CANCHA


Señoras y señores, una vez más José Antonio García, una vez más Miguel Ángel Couchonal, una vez más terminaron hundiendo este yate que les había comprado un benefactor, Alejandro Burillo, quien los dejó manejar y lo único que hicieron fue hundirlo, hundirlo temporada tras temporada.

Pésimas contrataciones, malos entrenadores, manejos enredados, una plaza sin identidad, un equipo que ha

perdido totalmente los colores e importancia que tenía de ser un "equipo del pueblo", que no existe ya, empezó a ser un equipo del mar y en el mar naufragó.

Un Atlante que remotamente podía salvarse, el Atlante ha descendido y lo ha hecho porque ha tenido temporadas malas y hay una buena cantidad de técnicos involucrados ahí, hasta Miguel Herrera, el flamante técnico de la Selección Nacional, pasando por tantos, quizá el "Profe" Cruz se salva porque lo hizo campeón.

Su estadio dista de ser de Primera División. Un lugar tan hermoso para jugar y vivir, fomenta la grosería, la flojera, el desarraigo, el aburguesamiento de directivos, entrenadores, jugadores; todos son culpables, no se salva nadie.

Un equipo que de 100 partidos hizo 98 puntos, promedio bajísimo, normal en una Liga mediocre como la del futbol mexicano.

Se acabó, ese famoso equipo azulgrana se fue diluyendo. Me extraña que un tipo que conoce del futbol como José Antonio García, que es listísimo para saber de dónde saca dinero y que ha hecho su capital a base del futbol, se le haya desplomado el equipo de esa forma.

Todos son culpables, desde los 11 que jugaron ayer, los 11 que jugaron en las temporadas anteriores.

Pero no es la primera vez que le pasa al Atlante, lo que pasa es que arregló una promoción inteligentemente a base de dinero en la época importante de Burillo y dejó al Veracruz en Segunda; hoy al Atlante no lo salva nadie.

Porque Querétaro, aunque tiene problemas económicos, está cerca de la clasificación; el Atlas se ha ido salvando; porque Veracruz tuvo en "Chelís" un gran motivador y porque aún el Puebla, el equipo más malo del campeonato, se salvará por dos puntos, pero seguramente estará condenado a la siguiente temporada por los pésimos directivos, mal manejo, entorno y porque la Liga tiene la culpa en permitir que cualquier tipo, por el hecho de enseñar unos cuantos millones, sea dueño de un equipo de futbol y hagan una auténtica mediocracia de la Liga.

Adiós Atlante, adiós García, adiós Couchonal. Bienvenidos al infierno.

 
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