La Masía bajo fuego

MUNDO DE PELOTA / Homero Fernández
en CANCHA


A pocos metros del Camp Nou está el centro neurálgico del modelo futbolístico del Barcelona. Una vieja casona de 1700, primero oficina de los arquitectos que construyeron el estadio y después sede social del club, pasó a ser en 1979 la cuna del semillero de jugadores culés que tiene en Pep Guardiola, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Carles Puyol y Lionel Messi a sus principales

exponentes.

Construida de piedra y barro, esa masía es ya parte del museo azulgrana porque desde 2011 las categorías de menores fueron trasladadas a la Ciudad Deportiva Joan Gamper. La masía se quedó como casa, pero se trasladó como concepto. Por eso, la academia del Barsa, esté donde esté, es "La Masía".

Hoy ese Santo Grial blaugrana está bajo fuego. Aunque la causa tiene a varios jugadores menores de edad, si es cierto lo que se escucha, se trata de una batalla por "el nuevo Messi".

El torbellino es surcoreano y les dejó los ojos bien abiertos a los cazatalentos culés cuando disputó el torneo Cataluña-Corea con la Selección Sub 14 de su país. Al poco tiempo Seung Woo Lee, como se llama el fenómeno, tenía cama en "La Masía". Traía en su maleta 29 goles obtenidos en 16 partidos de la Liga Oeste de Seúl.

Con la camiseta del Barsa jugó algunos encuentros de su categoría hasta que en 2013 la FIFA le prohibió alinear en torneos oficiales. Tuvo tiempo para para batir un récord de Messi: hizo 38 goles en 29 partidos del Infantil A (el argentino logró un gol menos con un partido más).

Los videos que circulan en la red muestran a un pequeñito muy veloz que burla a la carrera a sus rivales con dominio de ambas piernas. Lo han definido como un delantero con alma de mediocampista, por su constante ida y vuelta. Quien lo vea no puede evitar remontarse a los primeros partidos de la "Pulga".

Al cumplir los 16 años, Lee firmó este marzo su primer contrato despreciando las ofertas que llegaban del Liverpool y del Chelsea. Como antes lo hicieron con la familia de Messi, ahora los culés habían seducido a la del coreano. Y Pere Guardiola, hermano de Pep, es su representante.

"Descartamos ofertas de otros clubes porque no garantizaban que fuera a jugar inmediatamente ni que le fueran a ayudar a desarrollar sus aptitudes", comentó en el Twitter oficial de Lee, su padre y signatario del contrato.

Los catalanes se quejaron oficialmente ante la Premier League por el intento de piratearles al jugador, como lo habían hecho antes con otros valores que venían cultivando: Josimar (Chelsea), Pleguezuelo (Arsenal) y Canós (Liverpool).

Como en la Edad Media esta masía deberá reforzar sus muros, de por sí ya vapuleados en estos últimos tiempos. Esta vez las catapultas están cargadas con bolas de acusaciones por explotación de menores. Y, parece, que hay una larga cola de interesados para cortar las cuerdas.

 
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