La hora de la verdad

Fernando Von Rossum
en CANCHA


Amables aficionados: en las dos últimas semanas hemos visto la preparación semanal de los equipos. Hoy veremos, muy resumido, cómo se desarrolla la estrategia durante los partidos.

La primera decisión se presenta desde el lanzamiento del volado. Aun ganando, muchos entrenadores están optando por recibir en la segunda mitad, cuando ya enseñó sus cartas el oponente.

Normalmente, cada

equipo tiene en promedio 12 series ofensivas por partido y utiliza las primeras dos en analizar cómo responderá el contrario ante la estrategia ofensiva.

Así, en la primer docena de jugadas se despliegan diversas formaciones con diferentes paquetes de personal, tomando nota de cómo las defienden.

Una vez detectado el modo defensivo se seleccionarán las 4 o 5 que se consideran ventajosas y se utilizarán constantemente, con distintas variantes, durante el juego.

Otros entrenadores llevan la estadística: ¿cuántas corridas y pases?; ¿qué jugadas para determinadas circunstancias se han utilizado y con qué resultado?; ¿cuándo y en qué momento ha utilizado cargas el contrario?; ¿hay influencia del clima?; ¿qué efecto están teniendo las lesiones de un equipo u otro?; ¿ha modificado el contrario su estrategia?, etc..

La finalidad es encontrar esa pequeña ventaja que pudiera ser la diferencia.

Cuando se llega al vestidor al medio tiempo ya se anotó en los pizarrones el resumen de la primera mitad.

En primero y 10; 14 jugadas, 9 pases y 5 corridas, promedio aéreo de 9.5 yardas y terrestre de 3.2. En segunda, entre 2 y 7 yardas, 8 pases y 6 corridas, promedio aéreo de 6 y terrestre de 4.4, y así sucesivamente.

Esto permite ver qué ajustes serán necesarios, además de aquello que está funcionando o que se tendrá que modificar.

Los coordinadores preparan un nuevo listado de jugadas, incluyendo las que no se enseñaron en la primera parte, y se comentan rápidamente con sus jugadores. Igualmente hay una reunión rápida de los jugadores con sus entrenadores de posición en la que se les explican los cambios específicos que se acordaron.

Es en la segunda parte donde se deciden la gran mayoría de los encuentros.

Aquí se explotan las debilidades detectadas en la primera fase, se intentan las jugadas para anotación que se fueron preparando con fintas y engaños, se utilizan las jugadas sorpresa guardadas bajo la manga y se empieza a jugar con el reloj para utilizarlo al máximo en propio beneficio.

Y a unas horas de finalizado el partido, sea cual fuere el resultado, se inicia el ciclo de nuevo.

Por ahora, hacemos una pausa...

 
 
fvrossum@reforma.com