Un mensaje
Hoy sí me quito el sombrero...
Bueno, no uso, pero quiero reconocer la medida que tomó Chivas y la Federación Mexicana de Futbol de no vender boletos a ningún barrista rojiblanco, luego de lo que pasó en el Jalisco.
Jorge Vergara tendrá sus cosas, pero para combatir los vicios del Futbol Mexicano y los llamados "usos y costumbres" nunca le ha
temblado la mano.
Así que aprovechando que gracias a la credencialización los tiene fichados, en la entrada les prohibirán el paso al Clásico Nacional.
¿Es una buena noticia? Definitivamente. Se manda un mensaje a los desmadrosos de los estadios: O se portan bien o se les acaban sus canonjías y, en el caso de los líderes, les cierran su negocio.
Sería muy cándido pensar que con eso basta. De hecho, es imposible que la industria del futbol resuelva por sí misma un problema que es nacional.
No pretendo generalizar, pero las barras se han vuelto en el refugio perfecto para cientos de miles de los jóvenes más desprotegidos de la sociedad:
- Les brindan sentido de pertenencia a quienes sienten no pertenecen.
- Aceptan a todos aquellos que no se sienten aceptados.
- Le dan oportunidades a quienes en la vida normal no han tenido oportunidades.
- Les otorgan seguridad a quienes viven más inseguros.
- Hace que se sientan respetados aquellos a quienes no respetan.
- Ahí pueden ingerir libremente lo que en otros ambientes deben esconderse para consumir.
Las agresiones que protagonizan las barras muchas veces son reflejo de lo que viven a diario; alguien que respira violencia en su casa, en su cuadra, en su colonia, en su escuela y a veces hasta en su trabajo, no va a ir a jugar manitas calientes a la tribuna.
Insisto, no tooodos son así, pero es el perfil promedio. Por eso no es tan fácil resolver el problema, porque es un reflejo de la sociedad.
Yo no estoy en contra de los barristas siempre y cuando no sean violentos. Sí, ya sé que es como decir, yo no estoy en contra de los árbitros siempre y cuando no ayuden al América.
Vergara ya puso el ejemplo, ojalá que más equipos se sumen a esta iniciativa.
Y ustedes ¿Están hartos de las barras? ¿De ir con temor a que les toque un golpe? ¿De ver que agreden a señoras por llevar la camisa del rival? ¿De que les apedreen el carro? Pues vayan al Omnilife el domingo y demuestren que el futbol no necesita este tipo de actitudes.
¿Y la otra barra?
De nada sirve vetar a barristas de por vida si la Policía de Guadalajara, la tercera barra de la Ciudad, no es puesta en orden.
Increíblemente en redes sociales hay presuntos policías amenazando a barristas para el próximo juego y que, evidentemente, no será jugando ping pong.
¿A quién van a castigar dentro de la Policía tapatía? ¿Quién fue el genio que ordenó que 20 elementos se metieran a repartir macanazos a una tribuna donde hay miles de rivales con los que tienen cuentas pendientes desde hace años?
De veras, ni a cual de los dos bandos irle.
Peticiones
Tomás Boy ya mandó su cartita a Santa Clos en pleno marzo.
"El Jefe" quiere a Aldo Leao, Christian Valdez y un delantero que no ocupe plaza de extranjero, pues a Matías Vuoso le pueden ir cantando "Las Golondrinas".
El "Toro" lo sabe, pues el sábado pasado cuando se le acercó un grupo de aficionados para preguntarle por qué no jugaba, les contestó: "Es que el técnico no me quiere".
¿Pues cómo lo va a querer si se la vive en la fiesta y no rinde siquiera en los entrenamientos?
La muestra más clara fue la foto que le tomaron en un palco durante el Clásico Tapatío en el que había varias latas de cerveza.
Ojo, no estoy diciendo que él estaba tomando, sino se me hizo curioso que había tres personas y el mismo número de bebidas.
¿Será que alguien se tomaba dos chelas al mismo tiempo?
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