En España nadie habla de nada más que del partido de mañana. Poco importa, al menos en las ruedas de los cafés, la inminente muerte de Adolfo Suárez el patriarca de la transición española o la crisis de Ucrania, que los incluye como europeos.
Los fanáticos merengues creen que es el mejor momento para propinarle una buena paliza a los culés y dejarlos de una vez lejos de la Liga. Los
reporteros con puertas abiertas en el vestidor del Real Madrid aseguran que los jugadores no tienen nada más en la cabeza que vengarse de los azulgranas, que en su casa le metieron un 5-0 memorable en la temporada 2010-11. Solamente Casillas les sobrevive, pero estará en el banco rumiando la posibilidad de aplastarlos. Dicen que nada de la Champions los distrajo de su obsesión de tomar esta oportunidad para dejar marcado en la cancha quién vuelve a ser el rey del futbol español.
Para encontrar la mayor goleada histórica registrada a favor del Madrid hay que remontarse a los años 40 cuando en una tarde de locos le metieron 11 goles en la revancha de la Copa del Generalísimo. Aunque al principio les costó batir la meta azulgrana al finalizar el primer tiempo ya iban 8-0. Los otros tres goles vinieron al final del partido.
Esta vez el Barcelona llega en el asiento de atrás y sabiendo que aún una sonada victoria lo sigue dejando ahí. No están en su mejor momento, porque están pagando la transición de entrenadores y porque institucionalmente también han tenido muchos problemas: la renuncia del Presidente por enredos con Hacienda, Messi también en problemas con Lolita y no hablemos de Neymar. La baja voluntaria del capitán Puyol, el me voy (¿me quedo?) de Víctor Valdés, la angustia de Xavi y la postergada titularidad de Alexis Sánchez, son también nubes pesadas en el horizonte del equipo insignia de la identidad catalana.
Con un tridente que contabiliza medio centenar de goles (la mitad de ellos de Cristiano Ronaldo) y otro que le sigue muy de cerca (con dos tercios aparentemente en el banco de suplentes: Alexis y Pedro) estaríamos ante un escenario de muchas emociones. La lejanía de compromisos oficiales de la Selección de España hace presagiar un partido de mucha reciedumbre entre los integrantes de La Roja, y otro de ida y vuelta entre las delanteras de astros no españoles (Cristiano-Benzema-Bale y Messi-Neymar).
El Barsa buscará la posesión del balón y el Madrid asfixiarlo desde el principio, no en vano han triunfado los culés en cinco de los últimos 10 clásicos en el Bernabéu. Pero, los Merengues han ganado todos como local excepto uno, contra el Atlético Madrid donde fueron derrotados.
Bale y Martino compartirán el nervio del debut clásico.
El resultado típico es 2-1, pero se juega la suerte de la Liga (por lo menos para los blaugranas).
@MUNDODEPELOTA
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