Para llegar primero, primero hay que llegar. Así fue como Mercedes confirmó lo que todos esperábamos tras ganar el campeonato invernal. Enhorabuena para Nico Rosberg y el equipo por hacer historia al marcar 100 victorias del motor Mercedes Benz, que comenzaron en 1954 con Juan Manuel Fangio.
Los verdaderos ganadores en la primera carrera de la nueva era de F1 fueron los ingenieros, que en
sólo 12 días de pruebas rescataron esta nueva etapa del "deporte", que un mes atrás parecía ser un suicidio. Para ellos, mi más genuina admiración y respeto, nos callaron a todos nosotros, los "llamados" expertos, que no dábamos ni el 50 por ciento de autos en la meta.
En la salida perdimos dos autos cuando el Caterham de Kobayashi intentó pasar una media docena de rivales y le salió mal al embestir al Williams de Massa. Kamui admitió su error, aunque después la telemetría reveló una falla de los frenos. Este accidente evidenciará a la FIA, que en su intento por hacer los autos más seguros, ¡le salió el tiro por la culata! Si el choque hubiera sido a mayor velocidad, Kobayashi hubiera encontrado la caja de cambios del Williams en su cara.
Casi seguro que cambiarán las reglas de los morros bajos y tendremos los F1 guapos como en los viejos tiempos.
Habrá reglas que no cambiarán. Nos tendremos que acostumbrar a los rechinidos de las llantas en lugar del rugido de los motores, o los gritos del público como si estuviéramos en el futbol; podremos usar el celular en los pits y en la TV no perderemos los comentarios o los mensajes de radio a los pilotos.
Otra gran interrogación: ¿tendremos gasolina suficiente para terminar con el pie a fondo? Siendo Melbourne uno de los circuitos más sedientos de gasolina, no significó mucho problema, aunque cabe decir que la temperatura estuvo baja, que la carrera se acortó por una vuelta al arranque y que tuvimos cuatro vueltas con safety car. De nuevo nos quitamos el sombrero ante los ingenieros.
En cuanto a los mexicanos, lo único que pueden decir es que terminaron y que pueden mejorar de lo aprendido. Esteban se tocó con Sergio en el arranque y lo mandó a pits con tres llantas, y él también tuvo que entrar a pits. "Checo" se recuperó un poco con el safety car. Los dos están en buena forma para el futuro.
Al momento de cerrar esta columna, me entero que la sonrisa de Ricciardo se apagó al ser excluido por usar más de los 100 kg/h permitidos en el flujo de combustible. No puedo imaginar una noticia peor después de hacer un fin de semana perfecto, pero lo bebido, cantado y bailado nadie se lo quita.
jo.ramirez@reforma.com