El uniforme de Campos 94

Félix Fernández
en CANCHA


Aquel 19 de junio llegamos al Estadio Robert F. Kennedy de Washington, uniformados con bermudas beige y polo verde oscura, ingresamos al vestidor, donde cada uno localizó su sitio con el uniforme respectivo. Para mi sorpresa, en mi lugar estaba colocado un uniforme de Jorge Campos y no el que yo había elegido con el patrocinador, para utilizar durante la Copa del Mundo. Pensé que Gonzalo e Isaac,

los utileros, se habían confundido, pero al desdoblar el acartonado y colorido uniforme, me percaté que traía mi número y mi nombre. Me dirigí a Aurelio Martínez, nuestro directivo responsable, y me comentó, junto a Adrián Chávez, que la disposición en la junta previa de FIFA estableció la uniformidad también en los arqueros suplentes.

"En gustos se rompen géneros", hemos escuchado constantemente cada vez que existe una crítica o una elección, pero también hay de gustos a gustos. Un portal inglés acaba de nombrar el uniforme de los porteros mexicanos en Estados Unidos 1994 (sin especificar el nombre de Jorge Campos), como el más feo que se haya utilizado en una Copa del Mundo. Es decir, para estos ingleses, el mal gusto no es autoría del propio "Brody", sino del patrocinador y (de pasadita) de los otros dos arqueros.

La incomodidad (no solamente a la vista, sino en la tela y el estampado) era tal que, tras el juego y con la mediación de Miguel Mejía Barón, solicité a nuestros directivos pidieran a FIFA hacer una excepción o derogar la orden en la uniformidad de los arqueros. Afortunadamente para todos (supongo que también para los viejitos tradicionales de FIFA), la solicitud fue aceptada y para el resto de los encuentros, cada uno pudo vestir como mejor le acomodaba.

La sorpresa vino cuando los rivales únicamente querían cambiar sus playeras por suéteres de Campos. No era permitido hacer el cambio sobre la cancha, así que uno de los utileros llevaba las camisetas de quienes querían intercambiar al otro vestidor. Afortunadamente para esos efectos, al "Negro" y a mí nos habían dado una buena dotación de esas prendas y logramos el intercambio sin problema.

La popularidad de Campos fue paralela a la impresionante moda que desataron en México sus uniformes durante años. Lo preocupante no es que aquella vestimenta de 1994 sea considerada la más fea en la historia de los Mundiales, lo que indigna es que el grupo de ingleses que decidieron, lo hayan contemplado como el uniforme de los porteros mexicanos en aquella Copa del Mundo de Estados Unidos y no solo como la vestimenta de un surfer acapulqueño adorable, pero bien dañado de sus facultades desde que correteaba gallinas en la playa.

 
@Felixatlante12
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