Se tambalea el LSD

Rubén Romero
en CANCHA


Hace unos 50 años que Arthur Lydiard, de Nueva Zelanda, difundió su propuesta de correr largas distancias a paso lento como la manera ideal para entrenar con el fin de aumentar la resistencia y elevar el uso del oxígeno de los corredores.

Por ese tiempo se popularizó el uso de la "LSD" (dietilamida de ácido lisérgico), una droga sicodélica conocida por producir alucinaciones.

El

columnista estadounidense Joe Henderson describió el método de entrenamiento de Lydiard como "Long Slow Distance", y lo bautizó como "LSD", por lo que el acrónimo se convirtió en parte del vocabulario de todos los corredores, con un significado muy diferente al primero.

La propuesta de Lydiard se tradujo en las sesiones largas de los programas de entrenamiento para maratón que se corren a un paso aeróbico, y que han sido durante mucho tiempo la doctrina de bastantes técnicos.

Pero eso fue verdad hasta que hace unos años, en que empezaron a conocerse nuevas técnicas de entrenamiento que cuestionan al LSD de Lydiard, argumentaron que entrenar lento produce resultados lentos en competencias.

Algunos corredores empezaron por retar a la "pared" (agotamiento extremo al que llegan los competidores alrededor del km 30), corriendo las porciones más rápidas de sus maratones entre el kilómetro 30 y el 40, y a registrar marcas que hace 10 años eran impensables: 51 corredores han registrado tiempos menores a 2 horas 6 minutos en los últimos años.

¿En qué consiste la nueva manera de entrenar en las sesiones largas? Uno de los impulsores de esta innovación es el entrenador italiano Renato Canova, y lo que él ha hecho es "importar" las sesiones de "intervalos" de las distancias más cortas, para adecuarlas al maratón.

El método de Canova supone correr las sesiones de entrenamiento largas a paso de maratón o incluso más rápido, intercalando intervalos de recuperación activa de algunos minutos, que permita una recuperación incompleta cada cierto número de kilómetros.

La carga de trabajo definida de esta manera es pesada y se requiere de una cierta madures deportiva para tolerarla, pero lo que sí es que el LSD es un paradigma que empieza a tambalearse.

Recuerda que correr es salud y algo más... mejor calidad de vida.

 
rubenromero@reforma.com