Mucho talento disponible

Fernando Von Rossum
en CANCHA


Amables aficionados: el evento grande esta semana en la NFL es el llamado Combinado, la reunión anual de directivos, entrenadores, agentes y los mejores jugadores universitarios, invitados a Indianápolis para una semana de pruebas físicas y mentales.

El consenso principal es que la próxima Ronda Colegial de mayo va a ser la más completa en muchos años, cualitativa y cuantitativamente, con

un extraordinario número de elementos que llegarán a las filas profesionales.

Parte de la razón de lo anterior es el buen número de jugadores que han decidido abandonar sus estudios para probar suerte en la NFL.

Recordarán que, precisamente para desalentar esta situación, sabiendo que pocos de los aspirantes se consolidarían en el profesionalismo, se tenía una regla que indicaba que, aunque algún prospecto abandonara la universidad, no sería elegible para ser escogido por un conjunto de la Liga hasta que su generación se hubiera graduado.

Era una buena solución para alentar la finalización de las carreras profesionales, pero no se sostuvo ante desafíos legales que aducían la violación al derecho al trabajo, además de que no se puede forzar a nadie a estudiar si no lo desea.

Por lo tanto, como se dice vulgarmente, va a haber para dar y repartir. La clave, como siempre, será escoger bien y de acuerdo a las necesidades de cada conjunto.

El otro tema destacado durante el Combinado fue la presentación pública, se podría decir, de Michael Sam, cuya homosexualidad fue declarada por él mismo recientemente.

La Liga y los equipos han dicho y hecho lo que debe ser, declarando que esa situación nada tiene que ver con su oportunidad de ingresar al futbol profesional.

El problema es que Sam es un jugador de talento marginal, sin el peso suficiente para jugar ala defensiva en la formación 4-3 ni el talento y movimientos requeridos de un apoyador externo en la 3-4. Incluso, quedó en penúltimo lugar en el levantamiento de pesas de los linieros, siendo superado incluso por varios receptores abiertos.

A lo que voy es que las probabilidades de Sam de entrar a la NFL son escasas y ojalá que no se utilice su situación personal como la excusa por la que no fue contratado.

Y, finalmente, la novedad de que serán acreedores a un castigo aquellos jugadores que durante un partido utilicen lenguaje derogatorio racial de algún contrario. ¿Como le llamarán a esa sanción, "lenguaje antideportivo"?

Por ahora, hacemos una pausa...

 
fvrossum@reforma.com