Hoy sabremos si la Jornada 8 sirve para prolongar el desastroso paso de los equipos regiomontanos, o si alguno de ellos da señal de mejoría.
Si ya no los mueve el deseo de estar entre los mejores, que por lo menos los mueva la vergüenza de seguir entre los peores.
Los lugares 16 y 18, en los que actual y respectivamente están ubicados el Monterrey y los Tigres, dejan plenamente de
manifiesto lo vergonzoso de sus campañas.
Pero en la parte más baja de la tabla que para algunos realmente cuenta, en la lucha por la permanencia en Primera División, en esta jornada podrían ser precisamente los alicaídos equipos "regios" los que contribuyeran a modificar el asunto.
Si los Tigres obtuvieran su primera victoria del torneo a costillas del Veracruz, o si para no variar empataran y unas horas después el Atlas venciera al Monterrey, el conjunto jarocho se instalaría en el penúltimo sitio en esa tabla del descenso, para así fortalecerse como principal esperanza de salvación para el Atlante.
Y mientras esa lucha se cierra o no entre quienes se empeñan en eludir el abismo en las distintas tablas, el partido más atractivo de esta jornada lo juegan dos equipos que aspiran a la cumbre: el América y los Pumas.
Los americanistas, con el afán de regresar a la perdida senda del buen juego y del triunfo aprovechando el retorno de su mejor futbolista: Rubens Sambueza.
Y los Pumas decididos a confirmar, ante un sinodal inmejorable, que no fue obra de la casualidad el progreso manifestado en su desempeño durante las cuatro más recientes jornadas.
En pos de la cima los que han sabido acercarse a ella, y tratando de no hundirse en la sima los que suelen reaccionar cuando ya avanzó el derrumbe.
Cuestión de cosechar lo que se siembra.
@rgomezjunco
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