Pese a los resbalones que suceden de repente, el nivel de los clubes mexicanos en la Copa Libertadores le ha permitido forjar un prestigio.
Compiten, ganan, suelen dejar huella por lo menos superando la Fase de Grupos y ya pelearon dos finales a través de Cruz Azul y Guadalajara. Cinco semifinales, 8 Cuartos de Final y 11 Octavos dan un nivel. Sólo 14 veces se han quedado en fase previa o
en la de grupos.
El temor de los primeros años, cuando la referencia sobre su nivel de competencia era incierta, se ha disipado.
México es respetado, a veces temido y no sólo por lo que representa visitar a sus clubes: también fuera de casa ha logrado hazañas importantes.
Para la actual edición, Monarcas no alcanzó la Fase de Grupos pero Santos Laguna y León la iniciaron venciendo. La mínima diferencia con que lograron sus triunfos no minimiza la importancia de quedarse con los tres primeros puntos que disputan.
Flamengo, el adversario de los esmeraldas, es un histórico que mordió el polvo con justicia.
Si bien es cierto que se quedó en inferioridad numérica muy temprano, también lo es que quien comete una falta de esa naturaleza a cualquier altura del partido -y más cuando sucede a los 12 minutos- tiene la cabeza en algún otro lado.
El duelo daba para una victoria más contundente, pero ese ha sido el problema leonés de este año: llega pero no la mete.
Sí, en el torneo pasado los goles caían desde cualquier lugar que disparara, ahora no entra a veces ni tirando penales.
León y Santos, en semestre premundialista, deberán elegir con mayor claridad a qué torneo le dan más importancia.
La actividad es mucha y entre ambos torneos, además de las convocatorias del Tri a jugadores clave, será necesario alternar.
Atender a dos amos no es lo recomendable y en México no hay antecedentes de un equipo que haya llegado lejos jugando simultáneamente dos certámenes. Por energía, plantel y calendario, suele elegirse uno de los dos.
¿Será mejor favorecer el torneo del que se tiene el sustento económico o aquel que permite ser más conocido internacionalmente? Dependerá de cada equipo. En el caso leonés, siendo campeón vigente, parecería que la elección es favorable a la Libertadores en la medida de lo posible.
México está presente otra vez. Empieza ganando y tiene a dos representantes que sin poseer todavía los mejores números en la Liga, gozan de calidad en sus planteles y prometen preservar el prestigio ganado.
Merecen que se apueste por ellos.
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