Hay dichos que explican las cosas mejor que cualquier vendedor de seguros y no por eso dejan de ser incómodas.
Hace apenas unos días, un jugador del Guadalajara, Néstor Vidrio, declaró honestamente su sentir, lo que ocasionó una ola de comentarios de todo tipo.
A favor, estaremos los que nos gusta la libertad de expresión y los tamaños para comprometer tus palabras con acciones;
en contra, todos aquellos a los que les gusta la declaración acartonada y repetitiva, sin fondo y sin contenido.
A favor, también, los que piensan que un jugador tiene derecho a expresarse y que esa libertad no sea coartada, argumentando "unión de grupo".
No es cierto que toda la ropa sucia se lava en casa, también hay tintorerías.
Su teoría, entiendo yo, es que el funcionamiento colectivo del equipo debe sacar agua del pozo (la ofensiva) y se queda sin nada en el mismo (la defensiva).
Qué es tan grave esa declaración o está a la vista de toda la gente de futbol.
Chivas ofrece un futbol muy corto de argumentos en todos sentidos y mucho más a la ofensiva, por consiguiente, la defensiva se ve continuamente comprometida y termina por declararse en bancarrota antes de que terminen los partidos.
Los resultados en casa o fuera son lógicos: si no metes gol, a lo más que aspiras es a empatar.
Ya no se trata de si el entrenador manda estrategias ofensivas conservadoras, juega con lo que tiene y a lo que le alcanza. Si no propone nada nuevo, no esperen conseguir nada diferente.
Ya les dije la semana anterior, mientras jueguen contra equipos de media tabla o que pelean no descender, les podrán ganar o empatar, pero cuando enfrenten a escuadras de mejor nivel, olvídenlo.
Ya no se hagan mala sangre y esperen ver a su equipo honestamente, es decir, un punto de visita es bueno, y en casa... a ver qué pasa.
El Guadalajara debe de ganar de visita (tiene un año sin hacerlo); ya vendrá, no sé si por fortuna o por algún cambio inesperado del funcionamiento colectivo o una verdadera hazaña individual.
Ya no le den más vueltas: es numérica la situación. Vayan posición por posición y vean los rendimientos personales y los colectivos. Ya verán lo que les arrojan estas estadísticas frías y sin pasión.
Un ejemplo, obtenga el promedio de gol de los delanteros del Guadalajara en los últimos tres torneos, cuántos minutos en promedio anota el equipo y quién o quiénes han sido los anotadores.
Si ya lo logró, pregúntese entonces cómo demonios piensa que Chivas puede ganar o empatar de manera constante y convencer.
Y así con cada una de las líneas y en cada función individual.
Si quiere ser más estricto todavía, suba el rango de compromiso con aquellos que vinieron como refuerzo y luego platicamos.
Regresando al señor Vidrio, si pudiera cubrir sus palabras con una buena actuación, se lo agradecería mucho en lo personal y le quitaría a sus detractores cualquier posibilidad de decir "miren quién habla".
@jugadaviril
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