¡La semana pasada llegué a Jerez lleno de entusiasmo y curiosidad!, pero el primer día de pretemporada fue deprimente y hasta grotesco. Sólo seis autos rodaron más de una vuelta; feos, toscos y con un sonido ronco y ahogado. Aquel ruido icónico y agudo de la Fórmula Uno que hechizaba parece que lo hemos perdido para siempre.
Bernie Ecclestone siempre lo ha dicho: "lo que vendemos es
ruido", es el principal atractivo por el que un aficionado asiste al circuito y se gasta tantos euros porque esa experiencia la televisión no la puede transmitir.
Al pasar los días, en Jerez la situación mejoró y más autos rodaron, pero para algunos, como los Red Bull, los cuatro días fueron una pesadilla.
El problema básico es que a la FIA se le pasó la mano, y si están tan tercos en tener una F1 amiga del medio ambiente, y según parece tienen el apoyo de las grandes casas automovilísticas, debieron hacer estos cambios de una forma gradual y no todos al mismo tiempo.
En Jerez no se oía nada excepto las quejas de los equipos y de la prensa sobre esta ridícula reglamentación técnica. Hay ingenieros que trabajan en esto por más de dos años y se han vuelto locos, y ahora aquí lo tenemos: propulsor de poca cilindrada, turbo, motores eléctricos, generadores, baterías, tanques de gasolina más pequeños, mayor peso y la necesidad de conductos de aire más grandes para enfriar toda esta estufa que genera tanto calor.
Pero, ¿por qué tantas quejas hoy y no hace dos años cuando se sabía lo que venía y lo complicado que sería poner estos autos en la parrilla? A lo mejor sí las hubo, sólo que acabaron en los oídos sordos de la FIA.
Para un servidor y puritano del deporte motor, el futuro de la F1 se ve muy triste y podría ser que la FIA por fin destruyó nuestro amado deporte. ¡Al final de cuatro días en Jerez, el mejor tiempo fue 5.397 segundos más lento que el cronometrado hace un año! OK, usando las 15 mil rpm en carrera y con los autos más perfectos, esos cinco segundos se acortarán sin duda, ¿pero por cuánto?, porque con sólo 100 kilos de gasolina permitidos este año no creo que se puedan terminar carreras con el acelerador a fondo.
Serán carreras económicas, y el miedo se tendrá cuando un auto de GP2 sea más rápido que un Fórmula Uno.
Estamos acostumbrados a tener 22 autos en la salida y casi un 100 por ciento de ellos llegan a la meta. No creo que este año tengamos 22 en cada salida y de seguro tendremos un 60 por ciento en la llegada.
Espero equivocarme, porque de lo contrario los aficionados se alejarán de los circuitos y apagaran la TV.
jo.ramirez@reforma.com
