Sambueza

Javier Alarcón
en CANCHA


Logró con el paso de los torneos, convertirse en uno de los jugadores más hábiles y elusivos que hay en México.

Su llegada al América fue cuestionadísima; Herrera no se equivocó. Decían que no tenía la jerarquía para América. Rubens está muy cerca de ser opción para Brasil 2014, y nadie deberá sorprenderse si resulta uno de los mejores jugadores de México en el Mundial. Vive un momento de

plenitud notable, enfrenta una y otra vez a los mismos defensas, hace tiempo, y siempre encuentra los recursos para ganar en un buen porcentaje las jugadas de uno contra uno.

Pelea todas las pelotas como si le fuera la vida. Es un tipo comprometido con su profesión de manera incuestionable.

Pero es una historia demasiado bella para ser completamente real; a Sambueza le traiciona una vez sí, y otra también, el temperamento. Ya está boletinado por el gremio arbitral, a veces más sensibles y protagónicos de lo que debieran. Pero volviendo al jugador, alguien tiene que decirle que es posible entrenar, modular, ejercitar la fuerza de voluntad para mantener los instintos dentro del cuerpo y no afectarse, ni afectar a su equipo, con tanta frecuencia.

No se sabe cuándo es el provocador, y cuándo el provocado. Muchas veces él inicia el duelo, otras tantas bien puede definirse como un perseguido. Nos tiene locos a todos. Ya no sabes si le pegan o finge, si contesta a las agresiones o él mismo va llenando de piedritas el zapato del rival y árbitro. De una cosa estoy seguro: sería mucho mejor jugador y dos veces más productivo si fuera capaz de no perder la concentración y de no gastar tanta energía y emociones, en sus disputas invencibles contra los árbitros.

Mohamed tiene chamba en América, pero lo que realmente me preocupa es que siga tan desbocado cuando llegue al Mundial con México, (si fuera el caso) porque si no ha entrenado su carácter, es muy probable que sus conducta pendenciera de ciertas ocasiones, aparezca por las canchas brasileñas. Es un jugador que rompe el promedio en calidad, un consentido de Miguel Herrera, además. No olvidemos (las historias suelen repetirse) las veces que México ha quedado en desventaja en momentos trascendentes y de alta tensión en Mundiales, donde uno echó a perder el trabajo de todos, simplemente por un "arrebato de calentura". Ya no estamos para dejar esas cosas al aire. Que aprendan a controlarse. Hay especialistas. Sambueza es salvable.

 
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