San Cadilla
en CANCHA


'¡Detengan el camión!'
 
El de ayer no fue el mejor día en la vida de Leandro Augusto, pues si bien los Pumas se sacudieron nueve meses sin ganar en casa y las sonrisas proliferaron en la plantilla luego de golear a los Xolos, al veterano le fue como en feria a nivel individual.

Primero, se quedó con las ganas de disputar su encuentro 350 con la playera auriazul, pues el

técnico José Luis Trejo no le dio ingreso durante el partido ante Tijuana.

Pero lo "peor" llegó después, cuando ya me lo andaban olvidando en el interior del Estadio Olímpico Universitario.

Al final del juego, todos los integrantes universitarios salieron del vestidor local para tomar el túnel que los lleva a donde los espera el autobús.

Tras unos minutos, el grueso del grupo ya estaba arriba del transporte y, segundos después, el autobús cerró sus puertas y emprendió la marcha.

Justo en ese momento, Leandro salió corriendo del vestidor con maleta en mano, pidiendo desesperadamente y a gritos que se detuviera el autocar.

Para su fortuna, el vehículo no estaba muy lejos y pudo alcanzarlo, no sin antes echarse un sprint de por lo menos 20 metros y tras los cuales, imagino, acabó muy agitado... y eso que no corrió nada en el campo.

Luego de esto, no estaría nada mal que en el autobús de Pumas pasaran lista, como en las excursiones de la primaria, para evitar que alguien se les olvide, como casi le pasa a Leandro.

 
 
Como futbol llanero
 
En el futbol mexicano se ve cada cosa, que parecería que la Primera División bien podría disputarse en cualquier campo llanero del País.

Lo sucedido en el cotejo en el que el Chiapas venció 1-0 al Querétaro el sábado pasado es de dar pena.

Resulta que el entrenador de porteros del conjunto chiapaneco, Pedro Hernández, se puso una casaca de esas que usan los baloneros y se colocó detrás de la portería de su pupilo, Alfredo Frausto, para dar indicaciones durante todo el primer tiempo.

Así, como si estuvieran en el campo de tierra de la Magdalena Mixhuca, Hernández estuvo gritoneando en pleno partido del Máximo Circuito mexicano desde otra parte lejos del área técnica.

Pero, como si eso no hubiera sido suficiente, el entrenador de guardametas de los felinos chiapanecos se quedó en el mismo lugar para el segundo tiempo, haciendo lo mismo, pero esta vez el afectado fue el arquero rival, Édgar Hernández, quien de plano no soportó y al minuto 78 le pidió al árbitro que lo corrieran de ese lugar.

Finalmente, el poco observador colegiado Luis Enrique Santander procedió a quitar al latoso señor Hernández de su lugar, pues no se había percatado de su presencia.

Con esto me queda claro que para ser una Liga de primer nivel, todavía nos falta un mundo para lograrlo. En fin.

 
san.cadilla@reforma.com