Esta noche se juega una edición del Clásico Regiomontano a la que Rayados y Tigres llegan muy por abajo de lo esperado.
Después de cuatro jornadas, los Tigres con un puntito y ubicados en el último lugar de la tabla, el Monterrey con cinco modestos puntos que lo mantienen en la medianía, y ambos con un rendimiento futbolístico tan desalentador como esos pobres números.
Tal vez en
el caso de los Tigres el futbol desplegado no haya sido tan malo como para estar en el último sitio de la competencia, pero los dos o tres puntos que "les sale debiendo" el torneo tampoco hubieran alcanzado para mucho en caso de haber sido obtenidos.
Entre estos dos grandes planteles que en este arranque de torneo han estado lejos de la debida grandeza como equipos, sólo el que sea capaz de recuperar esta noche su memoria futbolística estará en condiciones de sacarle jugo a esta magnífica oportunidad para empezar a revertir la decepcionante tendencia dibujada hasta el momento.
Una clásica oportunidad que más les vale a los dos empeñarse en aprovechar, y que sería en gran parte desperdiciada si todo acabara en empate.
Veremos si alguno la aprovecha jugando como debería y como ninguno de los dos ha sabido hacerlo.
Entre otras cosas, lo que ambos necesitan es desempeñarse en la cancha con esa dignidad que fuera de ella acaba de mostrar un puñado de futbolistas en España.
Del extraordinario ejemplo del Racing de Santander algo deberían aprender muchos futbolistas de los que juegan en México.
Porque es cierto que los de acá están bastante mejor pagados que quienes por no serlo allá se negaron a jugar, pero también es indudable que en estas mexicanas tierras el jugador suele carecer de la más elemental dignidad para defender sus intereses, sin entender que quien se deja pisotear fuera de la cancha tarde o temprano será pisoteado adentro.
A ver hasta cuándo... y a ver quién aprende por estos lares de esa lección de dignidad santanderina.
gomezjunco@elnorte.com
@rgomezjunco