Una fantasía hecha realidad

Fernando Von Rossum
en CANCHA


Amables aficionados: si a un guionista en Hollywood se le encargara un libreto para filmar una película emocionante sobre el Súper Tazón, echando vuelo a su imaginación podría presentar el escenario siguiente: como impacto inicial se le ocurriría enfrentar al equipo con la mejor temporada ofensiva en la historia de la NFL frente al conjunto con la mejor defensiva en la Liga, a tal grado que no

tienen una sola debilidad aparente en esos rubros.

Se le podría llamar el juego de la fuerza irresistible contra el objeto inamovible. En seguida, como drama, opondría al presente y futuro de este deporte.

Por un lado, uno de los mariscales ícono de su generación, pasador clásico en la bolsa de protección que logró tener el mejor año ofensivo de la historia, pero que a sus 37 años podría estar ante la última oportunidad de ganar un Súper Tazón.

Y su contrincante sería un mariscal joven de la nueva ola, ágil y veloz, que tanto gana juegos con su brazo como con sus corridas. Experiencia contra juventud, contraste de estilos, el hoy y mañana de este deporte.

Prosiguiendo, para arropar al veterano, se le aportarían 4 receptores estrella, todos con más de 60 recepciones y 10 pases de anotación, y para enfrentarlos se pondría al mejor perímetro de la Liga, el cual, por ejemplo, redujo a la nada a los buenos receptores de sus últimos dos rivales.

A continuación, para darle variedad y compensar el ataque, se aportaría al otro de los equipos un corredor llamado "La Bestia", quien es casi imposible contener y que alcanzó más de 100 yardas terrestres en sus dos partidos de playoff.

¿Qué le faltaría? Bueno, como factor adicional podría realizarse este juego por primera vez en un estadio abierto y en una zona fría. Así se añadiría un elemento extra al tener ingerencia las condiciones climáticas sobre el desempeño de los equipos.

Un día con mucho viento o precipitación ayudaría al conjunto corredor, por el contrario, unas horas de relativa calma favorecerían los envíos aéreos del rival.

Finalmente, el factor del arbitraje. ¿Marcarán adecuadamente las acciones o decidirán el resultado con uno más de sus horrendos errores vistos en anteriores encuentros?

Algo como esto podría presentar el escritor a los productores del film, el problema sería, quizá, que como suena tan fantasioso, pensarían que el público no lo creería. ¿Ustedes lo creerían?.

Por ahora, hacemos una pausa...

 
fvrossum@reforma.com