No es novedad que los Rayados amanezcan a mitad de la tabla, cuando de los últimos cinco torneos sólo una vez superaron los 24 puntos, pero que los Tigres estén en el sótano, no tiene explicación.
De hecho, el Monterrey sigilosamente se declaró en estado de reconstrucción desde que sustituyó a De Nigris, Corona y Dorlan con Marlon De Jesús, Morelo, Cándido, Othoniel y Víctor
Ramos.
Bueno, hasta la fisonomía que busca esta supuesta reedificación, aún es tan incierta que, a cinco meses de la llegada del "Profesor" Cruz, 14 partidos de Liga, seis de Copa, dos en el Mundial de Clubes y tres amistosos (25 en total), el esquema de jugar con dos, dos y medio o tres centrales, se define cuando ya han pasado los 30 minutos de juego e, invariablemente, corrigen desperdiciando uno de los tres cambios permitidos.
Como de la mala calidad se aprende y de la buena calidad se vive, quienes medimos las posibilidades de ganar o perder, comparando en primera instancia la calidad de los planteles, ni remotamente nos fue extraño que ayer el Monterrey perdiera en Toluca cuando los de azul alinearon a Neri, Arellano, Othoniel y Marlon, mientras que los de rojo al cinco veces campeón de Liga, Sinha, al actual campeón de goleo Pablo Velázquez y al mexicano más desequilibrante del momento: Isaac Brizuela, además de a Édgar Benítez.
En una buena proporción, este parámetro entre planteles también nos da una pista del porqué los Rayados no hilvanaron más de 380 pases en ninguna de la primeras cuatro fechas, aunque debemos destacar que en las últimas dos jornadas, en las que jugó un partido a 2 mil 500 metros sobre el nivel del mar, el equipo por lo menos mostró la intensidad que hace rato había perdido.
Pero en el caso de los Tigres, si no cabe hablar de calidad, ni en la zona técnica, ni en la cancha, ¿cuál es el problema?
Como diría Steve Jobs: "Muchas empresas (equipos) han optado por reducir su tamaño, y tal vez eso era lo correcto para ellos. Nosotros hemos elegido un camino diferente. Nuestra creencia es que si seguimos poniendo grandes productos frente a los clientes, ellos seguirán prefiriéndonos". ¿No cree usted?
PD: "Al que la razón no pudo dar remedio, muchas veces se lo dio la paciencia". Séneca
Lo escrito, escrito está.
@castillejos_m
castillejos@elnorte.com