Están los que tienen que estar... ¿y el frío?

Fernando Von Rossum
en CANCHA


Amables aficionados: de nuevo, no es común, pero qué bueno que se dio. Los dos mejores equipos de la NFL llegaron al Súper Tazón.

En la AFC, la victoria de Denver fue un evento largamente anunciado después de ver el desplome de Houston y la sangría de personal clave sufrida por Baltimore. La hazaña de Nueva Inglaterra de llegar hasta la fase semifinal con medio equipo fue una sorpresa

inesperada.

En la NFC, por el contrario, no fue nada fácil. Se requirió llegar hasta el último minuto de juego para que Seattle pudiera salir adelante, aprovechando muy bien los errores de Colin Kaepernick, tres balones entregados que, a la postre, fueron fatales.

Los Patriotas se olvidaron del viejo adagio de que hay que bailar con la que llevaste a la fiesta. Llegaron al domingo transformados en un equipo corredor, que mantenía el control del juego y del reloj y, extrañamente, se olvidaron de la fórmula que les venía funcionado tan bien en las últimas semanas.

En cambio, se quisieron poner al tú por tú con Peyton Manning en el ataque aéreo, olvidando la aplastante superioridad de los Broncos en el cuerpo de receptores.

Con tiempo para lanzar, Manning despedazó a la mermada defensa Patriota para pasar al juego de campeonato de forma más sencilla de lo que aparentó el marcador.

La NFC, por su lado, nos brindó uno de los juegos más emotivos y disputados y que seguramente se recordará por muchos años.

Era de esperarse, con dos equipos tan parejos en composición y ejecución, que la decisión final se daría como resultado de algún error de los mariscales, que, aunque prometen mucho, todavía son jóvenes e inexpertos en este tipo de lides. Y fue Kaepernick quién tronó al final.

Con un balón perdido y dos intercepciones vio esfumarse las esperanzas de su conjunto.

Y esto nos lleva al Súper Tazón, donde se enfrentarán el mejor ataque, Denver, contra la mejor defensa, Seattle.

Como lo veo, el clima va a ser el factor determinante para ver quién se impone. Con unas condiciones meteorológicas aceptables, frío, pero sin lluvia, viento a aguanieve, haría favorito a Denver.

Manning tiene la experiencia para descifrar a cualquier defensiva, pero si el clima se descompone y el partido se transforma en una lucha de trincheras y corredores, la balanza se inclina hacia Seattle.

Hay que esperar unos días para tener un pronóstico más confiable.

Mientras tanto, hacemos una pausa...

 
fvonrossum@reforma.com