En el futbol, el dinero está hasta arriba o hasta abajo.
Mucho se comenta en estos días sobre el porcentaje del descenso, y el asunto es más complejo que sólo cocientes y porcentajes.
Las instituciones inmiscuidas en estos menesteres se manejan de formas diferentes y no siempre entendibles para los demás. Todo lo que acontece en un equipo en problemas de descender es peculiar y
sólo los que han tenido la experiencia podrían opinar al respecto.
Un partido, por intrascendente que pareciera en situaciones normales, se convierte en "especial" cada fin de semana. Un Atlas contra Atlante, en otras épocas, podría pasar sin pena ni gloria; hoy es de suma importancia por lo que éste representa para ambas escuadras.
Lesionados, expulsados, arbitraje, aficionados, clima y demás le dan una nota superior a este partido. Las especulaciones y proyecciones están a la orden del día. Que si Atlas gana o empata, los Potros ya harían maletas para la otra categoría, pero si Atlas pierde, podría pasar con ellos lo mismo.
A cuántos puntos quedan, quiénes son sus rivales siguientes, quién les pitará el próximo encuentro, si la lesión de Chávez afectará al Atlas, que si la venta a Televisión Azteca, que si la salida de Bravo y Brizuela, que si la llegada de Boy, que si el nuevo directivo y sígale dando vuelta al parque, el Estadio Jalisco tendrá una entrada fantástica hoy por la noche, lo aseguro.
Ya sé lo que piensan los aficionados del Atlas y Atlante, lo que no sé todavía es lo que piensan los jugadores. Unos dicen que no es definitorio el resultado, otros lo contrario. Unos minimizan los daños colaterales, otros los exaltan. La verdad sea dicha, es un partido para verlo y disfrutarlo como aficionado, no como jugador.
En estos partidos, los "héroes" y los "villanos" aparecen de un momento a otro. Puedes ser cualquiera de los dos y eso causa un gran desgaste emocional. El manejo de los sentimientos va muy de la mano con la personalidad de los jugadores.
Aquí no se trata de ser muy bueno con la pelota, aquí se trata de ganar este encuentro y jugarlo con el corazón y con la cabeza. La experiencia de los jugadores contará más que nunca.
Olvidaba comentar la posición del árbitro en estos encuentros, saben de qué se trata y lo que se juegan estas instituciones en este momento. Quiero pensar que quien haya designado al de esta noche sepa lo que implican sus decisiones. Espero un partido muy cerrado y con pocos goles.
diego.silva@mural.com