Hablemos entonces de calidad.
El futbol ha dejado de ser sólo percepción, y posee varios indicadores que permiten juzgarlo con mayor exactitud.
La estadística ha dejado de contar solamente el número de faltas, tiros de esquina, disparos a gol y de tarjetas amarillas o rojas como hace algunos años sucedía.
Hoy se puede medir la posesión de balón, los pases acertados y
equivocados, los regates y muchas cosas más: existe la tecnología para hacerlo y los criterios para determinar qué es lo mas importante a analizar.
El traído y llevado asunto de los naturalizados tiene, según las autoridades de la Liga, un objetivo certero: mejorar la calidad del futbol mexicano.
Existe un organismo internacional llamado Cies Football Observatory.
Es una puerta que nos permite entrar a una base de datos interpretada y alimentada constantemente, y que produce dos espectaculares reportes anuales de todas las ligas del futbol europeo. Uno es demográfico y otro es competitivo. Gracias a Luis Omar Tapia por compartir esta dimensión de información.
La calidad de cada campeonato local es medida con ciertos parámetros.
Por ejemplo, la intensidad de cada campeonato es la resultante de acumular datos sobre los disparos a gol -tiros a puerta, desviados y bloqueados- junto con el número de pases, faltas y barridas. La combinación concluye que de las cinco ligas más importantes de Europa, la francesa es la menos intensa.
Para calificar a los jugadores se establecen cinco criterios: disparos, creación de oportunidades, compromiso, distribución y recuperación.
Leo Messi es el jugador más influyente en el futbol mundial por tener altas calificaciones en todos los rubros. La lista de los cien futbolistas más completos aparece en este estudio, junto con los precios relativos de acuerdo a las leyes de mercado que equivaldría a tales valores.
Si lo que importa un país en cualquier rubro es de lo que carece en su producción local, a México seguramente le faltarán goleadores, jugadores veloces y buenos distribuidores de juego, mientras no los haga en casa.
Para que haya mejores partidos, hacen falta mejores jugadores pero también un objetivo mesurable que cumplir.
La Liga debería poner objetivos claros para intentar mejorar su actual calidad.
Si la globalización es el libre movimiento internacional de cinco factores -capital, trabajo, tecnología, comercio e información-, el futbol cabe ahí.
El control de calidad, si de eso se trata, es indispensable.
Con jugadores chinos, naturalizados o polinesios. Empecemos por ahí para no hacer lo que siempre pero de diferente manera.
fjgonzalez@reforma.com @fj_tdn