"La calidad nunca es un accidente; siempre es el resultado de un esfuerzo de la inteligencia".
John Ruskin.
Estoy de acuerdo con Ferretti: en términos de ahínco, ánimo, sacrificio y empeño, sus jugadores dejaron todo en la cancha. Por desgracia, el futbol no sólo es orden, no sólo es esfuerzo, no sólo es orden más esfuerzo, porque también es sorpresa, astucia y, sobre
todo, inteligencia.
Un equipo que juega bien, regularmente encuentra soluciones. Y cuando de los últimos 21 juegos en casa, en 15 no se suma de a tres, el manual de remedios que aplica un equipo como los Tigres evidentemente está incompleto.
El partido contra el Pachuca -un gol más, un gol menos- no fue más que otra fiel reproducción de lo que se ofrece en el Universitario.
Y aunque muchos lógicamente apuntan hacia la idea, el remedio siempre estará en la inteligencia de quienes patean el balón. Hernán Burbano, por ejemplo: a los 10 minutos de juego, le confirmó a Rodolfo Pizarro, su custodio, que el 100 por ciento de sus regates serían hacia el centro del campo.
Lo alarmante del asunto es que Burbano nunca se percató que, a ciegas, su marcador adivinaba el movimiento. Y al agregarle posibles soluciones a esta problemática, descubrimos que a Torres Nilo nunca se le ocurrió amagar la pasada por la raya para confundir al rival.
De lo rescatable, tenemos que Guido jugó más adelante, produciendo un cabezazo de gol y, provocando un penal que no se marcó. Salcido pasó 67 veces la pelota con apenas siete trazos fallados, además de patear a gol. Por el contrario, Lobos, Pulido y Danilinho, al mostrarse discretos, colaboraron con la falta de gol.
Del otro lado de la Ciudad, en lo que se antojaba originalmente con Suazo en la cancha como un partido ganable, terminó distante de serlo sin él. El Monterrey falló el 27 por ciento de los escasos 318 pases que intentó y, equiparado en calidad con el local durante 45 minutos, terminó con el resultado que aún lo mantiene sin derrota ni victoria.
El equipo del Profesor Cruz retrocedió frente a lo mostrado en Marruecos y Cruz Azul. Y aunque conviene acelerar la adaptación de Morelo y Marlon, forzosamente tendrá que meditar con lo que conviene ante un Querétaro que es mucho más complicado. ¿No cree usted?
PD. "Donde la vida levanta muros, la inteligencia abre una salida". Marcel Proust.
Lo escrito, escrito está.
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