San Cadilla
en CANCHA


Todo un caballero
 
Ricardo Peláez fue víctima de los retrasos de una aerolínea que a tiro por viaje falla con sus itinerarios. El presidente del América tuvo que atender diferentes asuntos de trabajo por lo que no pudo viajar el jueves con los jugadores y por eso echó mano de un vuelo comercial para alcanzarlos el viernes a mediodía en Tijuana.

Muy puntual llegó a

documentarse, con dos horas de anticipación como marca el reglamento, y también se ubicó a buena hora en la sala de abordaje.

De pronto, personal de la aerolínea llegó para informar que había un retraso de 2 horas y media, lo cual hizo que más de dos estallaran en cólera, pero no Peláez, quien se portó como un caballero al grado de que un pasajero hasta lo agarró como paño de lágrimas.

Jamás perdió la calma ni le salió la prepotencia; muy tranquilo escuchó todo lo que tenían que decir sobre la demora y de pronto se hizo a un lado para hacer llamadas.

En la oficina del América se apuraron para resolver el tema y encontrarle otro vuelo para que pudiera alcanzar al equipo, porque además este partido tuvo un significado especial al ser el último en el que acompañó a las Águilas, pues el miércoles se incorpora con la Selección Nacional y ya no va a estar para la Fecha 3.

Bien por el directivo que sí sabe ser ejemplo dentro y fuera de la cancha.

 
 
Lavan culpas ajenas
 
Tal parece que la directiva que sustituyó a la fallida administración de Alberto García Aspe en Pumas tuvo en la agenda la tarea de corregir más errores de los que a simple vista se apreciaban.

Hace unos días les contaba que Jaime Lozano, bicampeón felino orillado (casi casi obligado) al retiro por la gestión de García Aspe, ya se encontraba como auxiliar de la Sub 15 auriazul. Bueno, resulta que el contactar al "Jimmy" no salió de cumplir con la promesa de la antigua directiva por integrar a Lozano a un puesto técnico tras su retiro, sino que fue iniciativa de Mario Trejo.

El vicepresidente deportivo decidió que sería buena apuesta integrar a Jaime, idea que cuadró a la perfección luego que se abriera una plaza en las fuerzas básicas tras la salida de Israel López , quien dejó al club para atender asuntos personales.

Luego de enterarme de esto no me cabe duda que la lista de pendientes que dejó García Aspe en el Club Universidad no se limitó a rescatar a un equipo en crisis deportiva, ¿qué otros asuntos habrá dejado pendientes?

 
 
Preocupación celeste
 
La gente que se encarga del Estadio Azul andaba un poco nerviosa el sábado a pesar de que el duelo con Santos sería a puerta cerrada.

Por el veto impuesto al inmueble tras la invasión de cancha de un sector de la porra La Sangre Azul en la Liguilla pasada, el personal que opera esta sede estuvo en la incertidumbre sobre lo que haría la barra afuera del estadio.

Si bien este grupo de animación había anunciado que alentaría desde afuera del coso para que sus jugadores alcanzaran a escuchar ruido, por momentos eso parecía alejado de la realidad, ya que en las inmediaciones del lugar todo era silencio.

Hay que decir que tanto los encargados del Azul como la Policía capitalina, actuaron bien para evitar que gran parte de la barra celeste se desplazara, en 10 camiones, desde el Metro San Antonio al hotel de concentración en el Periférico.

La Policía llegó al lugar y no dejó que los barristas se movieran, pero por lo mismo, los del estadio andaban inquietos sobre cómo podrían reaccionar los seguidores casi a la hora del juego, no fuera a ser que se pusieran "panteras".

Afortunadamente para ellos, no trascendió de que algunos curiosos, de ambos equipos, llegaran al lugar para asomarse a través de las puertas.

 
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