San Cadilla
en CANCHA


Primeros pasos
 
 
No cabe duda de que esta vida da muchas oportunidades... y para muestra está el caso de Jaime Lozano.

Como muchos recordarán, el mediocampista fue casi casi obligado a retirarse en junio pasado por la directiva de Pumas, encabezada por Jorge Borja y su entonces brazo ejecutor Alberto García Aspe, que no lo consideró en el equipo y lo ofreció

prestado a los Alebrijes de Oaxaca, cuadro del Ascenso MX, razón por la que el canterano felino prefirió colgar los botines.

Medio año después, las cosas han mejorado mucho para el "Jimmy", pues en noviembre obtuvo su certificado de técnico y ahora que comenzó el año ya presume empleo, y lo mejor del caso es que es en el club que lo formó como jugador: Pumas.

Así es, Jaime actualmente funge como auxiliar del técnico Arturo Ortega, encargado de las riendas del equipo Sub 15, el cual participa en el torneo de la categoría.

Enhorabuena por el "Jimmy" y la Universidad, sociedad que, presiento, a la larga le dará beneficios a ambas partes.

 
 
 
El atento Martín
 
 
Y ya instalados en CU, déjenme platicarles que, a pesar de que es uno de los extranjeros con menos tiempo en los Pumas, apenas tres torneos completos, Martín Romagnoli se ha convertido en el mejor anfitrión de los futbolistas que han llegado a la Universidad recientemente.

Mientras se adaptan a la Ciudad de México, se compran o rentan casa y adquieren un automóvil, el contención auriazul se ha encargado de darles aventón a sus compatriotas Diego Lagos e Ismael Sosa, dos de los cinco refuerzos que llegaron al equipo para el Clausura 2014.

Pero esto no es nuevo, pues anteriormente lo hizo con el español Luis García y el argentino Juan Pablo Rodríguez.

Con esto, Romagnoli demuestra que la grandeza no sólo se enseña dentro del campo, sino fuera también.

 
 
 
Enchúlame la máquina
 
 
Cuando sobra tiempo libre y dinero, y falta formación, suceden cosas como lo que vi el otro día.

Resulta que en cierto club de futbol profesional, los "deportistas de alto rendimiento" se entregaron a la moda de ponerle en la torre a sus automóviles, que pasaron en un abrir y cerrar de ojos de vehículos lujosos y del año, a tener la apariencia de autos desvalijados y sin brillo.

No sé quién habrá sido el de la grandiosa idea de que en tono mate su auto se vería mejor, pero inmediatamente tuvo eco en varios de sus compañeros, que se gastaron una lana en dejar sus carros como el Batimóvil después de la batalla.

El colmo fue ver una Land Rover con placas de Jalisco salir del club como si acabara de llegar del espacio, de Afganistán o de Chalco.

Claro que cada quien hace con sus cosas lo que le da la gana, pero estoy seguro de que hay maneras más provechosas en que los jugadores del América pueden gastarse su tiempo y su dinero.

 
 
 
¿Y la lana, apá?
 
 
Los jugadores del Atlas pensaron que con la llegada de TV Azteca sus cuentas bancarias iban a recuperar el color, pero se han llevado una sorpresa.

Varios siguen sin cobrar el mes de diciembre y la cosa está hecha bolas por la venta del equipo, pues mientras el nuevo dueño les dijo que era problema de los 124 asociados de los Zorros, estos comentaron que ya es jurisdicción de la televisora.

El problema de fondo es que el organigrama del nuevo Atlas tiene aún varios huecos y mientras no hay quien pueda dar una voz oficial para un tema tan elemental como la lesión del boliviano José Luis Chávez, sí hay quienes llevan a Leandro Cufré y Federico Vilar a animar el Juguetón de TV Azteca.

Si Roma no se construyó en un día, me imagino que el Atlas tampoco.

 
san.cadilla@reforma.com