A nadie cautivó la calidad e intensidad de la Jornada 1 en México.
Querétaro logró el resultado más valioso ganando en la brava cancha moreliana. América logró que sus jugadores hayan iniciado con el mismo compromiso de los últimos torneos. El rival encontró en el arbitraje la razón de su descalabro y no en una autocrítica que se impone ante la falta se recursos en la capacidad de
respuesta.
Chivas se notó un poco más relajado y preciso con la confianza que transmite José Luis Real, pero falta el correr de las semanas para evaluar en serio esta presunta evolución futbolística. Atlante no se ayudó para intentar salir del abismo al fallar dos penales ante la versión más descolorida del León en meses.
Pumas se empeña en que el público no regrese a CU tras perder la ventaja de dos ante el Puebla. Cruz Azul no espantó a nadie en su debut ante los Rayados y su afición, a la que le falta un poco de memoria y sensibilidad para valorar integralmente y con justicia la gestión de Luis Miguel Salvador. Toluca sigue fino y Pachuca perdido con todo y nuevos refuerzos.
Es el año mundialista y la pelea por los puestos harán de este un torneo atractivo, aunque la Jornada 1 haya sido toda una tristeza.
En la órbita internacional, la irrecuperable pérdida de Eusebio a los 71 años ha sacudido los recuerdos. El más grande portugués del futbol en la historia, entendió cabalmente la responsabilidad que implica el hecho de ser leyenda.
Un fenómeno como profesional, incluido siempre entre los 10 mejores de la historia. Pero como persona, su legado es mucho mayor.
También fuera del campo fue un héroe por su sentido de responsabilidad social. Una muerte más impactante aún porque en sus últimas apariciones, no hace mucho, se le percibió fuerte y sano.
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@Javier_Alarcon_