La Liga MX está de vuelta y, como todos los años, se renuevan los equipos y crecen las esperanzas y expectativas de los aficionados que los hacen soñar.
Pero de pronto las arraigadas costumbres hacen su aparición y nos damos cuenta que el único cambio seguro del Año Nuevo fue en sus números.
Bastaron pocos minutos en el partido entre Tigres y América para que Ricardo Arellano,
árbitro central, dejara en claro que nuestro arbitraje sigue intragable.
Dos penaltis no señalados y un gol de las Águilas en fuera de lugar fueron la bienvenida al 2014 y si es cierto que todo lo que mal empieza mal acaba ¿qué será del arbitraje mexicano? ¡Toco madera!
No quiero con esto quitarle mérito al América y tampoco dejaré de señalar el débil corazón de Tigres al no intentar, de una forma más corajuda y convincente, sobreponerse a las adversidades.
Otro que no cambia es el "Tuca", quien arremetió fuerte contra el silbante.
¿Por qué cuando los acontecimientos le han favorecido no manifiesta su inconformidad? Creo que sería más probable que su quejido fuera escuchado, de perdido no sonaría a excusa.
Lucas Lobos tampoco cambió y sigue desaparecido.
Tigres gozó de lapsos interesantes, pero su inspiración, como en el 2013, tuvo vida corta.
Burbano fue discreto en su presentación y muy bien el "Gutty" Estrada.
Siempre busco tener la razón, pero a veces eso me molesta. El sábado, en el suplemento de CANCHA, dije que la debilidad de los felinos estaría en su portería ¡y vaya partidito que se aventó Enrique Palos! Ojalá se reponga y me calle la boca.
En el Estadio Tecnológico las cosas no fueron muy distintas.
En una cancha en malas condiciones, en donde la pelota estaba muy viva, tanto el Monterrey como Cruz Azul tuvieron mal trato de pelota.
En medio de desaciertos y oscuridad en la media cancha, los Rayados fueron quienes lograron generar las mejores oportunidades para anotar, pero al igual que el año pasado su definición sigue siendo un enfermedad mal curada.
Las cosas tampoco han cambiado para Lucas Silva, quien no dio un buen partido y sigue en la mira de los aficionados, quienes protestaban todo lo que se movía. Luis Miguel Salvador tampoco se salvó.
En este 2014, el "Chupete" también arrancó como el torneo pasado, trotando y reclamando a sus compañeros; Neri Cardozo corriendo y reclamando al árbitro, Darvin Chávez lastimándose y los Rayados abucheados al final.
Si ver que nada ha cambiado te da tristeza, piensas que esto apenas empieza y tal vez esas viejas costumbres sólo sean vestigios del 2013 y que para este 2014 todo cambiará. Vuelvo a tocar madera.
@krek9
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