Secreto en el vestidor
¿Existen los futbolistas gays? ¡Por supuesto!
De la misma manera que los hay en todos los gremios, en el futbol no es la excepción.
El asunto es que el entorno, que va desde el vestidor y llega hasta la tribuna, impide que salgan del clóset.
"Esa aceptación significaría el auto entierro sin posibilidad de reivindicación",
escribió Félix Fernández en alguna ocasión en este H. periódico.
Robbie Rogers, el seleccionado estadounidense que en febrero del año pasado admitió ser gay y anunció su retiro a los 25 años, afirma haber recibido comentarios homófobos en el vestidor del Stevenage, club de la tercera división inglesa.
"Fue como volver al colegio", declaró Rogers. "Escuché cosas en el vestuario que pensé: Necesito salir de esto, anunciarlo, encontrar la paz, salir de allí".
Finalmente el mediocampista volvería al futbol en el Galaxy de la MLS, pero su declaración es una excepción, no la regla.
"Aún no estamos preparados para que un futbolista reconozca su homosexualidad. Si lo hace, tendría que retirarse. Sería motivo de mofa para las hinchadas rivales, le harían la vida imposible y esto es algo que muy posiblemente se repetiría cada semana", dijo Paco Jémez, ex jugador español y actual Director Técnico del Rayo Vallecano.
La realidad española no difiere mucho al resto del mundo del futbol; de hecho, sólo en algunos países europeos hay jugadores profesionales que se han atrevido a salir del armario; la inmensa mayoría de ellos de bajo perfil.
Anton Hysen, seleccionado Sub 17 por Suecia, pero nacido en Inglaterra, es otro de los que declaró su homosexualidad en el 2011, a través de la revista Offside; un jugador de la tercera división sueca se convirtió ese entonces en noticia mundial.
"He oído que los futbolistas se supone que son masculinos. Conozco a muchos hombres heterosexuales que son más afeminados. Hay una ilusión de que todo jugador de futbol tiene que ser macho y tener una novia modelo. No es aceptable ser un jugador homosexual ¿Por qué no? Podemos correr, podemos jugar, podemos anotar. ¿Cuál es el problema?", afirmó el futbolista aquel entonces.
¿A qué se refiere? Solamente vean la reacción de Antonio Cassano, luego de que el presentador de televisión Alessandro Cecchi Paone declaró que en la Selección de Italia había dos jugadores homosexuales y un bisexual.
"Espero que no haya homosexuales en el equipo. Si los hay, problema de ellos", declaró.
Lo multaron enconómicamente con 15 mil euros y tuvo que disculparse.
LA ERA DE LAS REDES
En esta época de internet, foros y redes sociales, ningún jugador está a salvo del escrutinio público.
El español Xisco Jiménez, en su época de jugador Newcastle de la Liga Premiero, constantemente era captado en diferentes antros y bares besándose con hombres y aunque nunca habló públicamente al respecto, el sello nunca se lo quitó.
En el 2010 se desató un escandalazo en Alemania, cuando Michael Becker, representante de Michael Ballack, aseguró que la "'Mannschaft" de Joachin Löw estaba controlada por una "pandilla de gays".
"Son pobres, feos, sin talento, burocráticos, inhumanos y gays", dijo el promotor de la Selección Alemana de entonces.
El argentino Jesús Dátolo se metió en serios problemas cuando posó sugestivamente para una revista gay italiana; el Nápoles, su club en aquel 2010, decidió multarlo debido a que no respetó "el contrato de derechos de imagen" que tenía con el equipo.
En Inglaterra recientemente hubo una campaña llamada "Agujetas del Arco Iris", en el que participaban jugadores usando cordones para sus tachones de diferentes colores, para promover la conciencia y respeto a los gays.
¡A MÍ NI ME METAS!
En México nunca ningún jugador ha aceptado abiertamente ser gay, aunque por supuesto que existen en el gremio.
El ex portero y columnista Félix Fernández, en su libro "Guantes Blancos", cuenta de una extraña confesión en el vestidor del Atlante a mediados de los años 90, cuando dos jugadores nuevos llegaron al plantel.
"Sé que tengo fama de maricón dentro del futbol, pero quiero decirles que eso no es verdad y aquí se encuentra un compañero que me conoce de mi anterior equipo; él puede apoyar lo que les digo", expresó el jugador recién llegado, que se desempeñaba como guardameta.
Félix cuenta que ese compañero reaccionó de inmediato: "¡No, no, no! A mí ni me metas!". Para los curiosos les puedo decir que ambos provenían del Atlas.
Lo extraño del balompié tenochca es que varios practican el homosexualismo, pero no lo aceptan; de acuerdo a su escala de valores, ellos son tan "machos" que agarran parejo.
Otra cosa que siempre me ha llamado la atención son los efusivos festejos, como aquel beso de José Manuel Abundis a Enrique Alfaro, porque así como que muy argentinos no son.
Hace apenas un par de años, el Monterrey tuvo que prohibir a sus jugadores el moderar sus conductas en los entrenamientos, ya que constantemente eran captados por los fotógrafos en juegos sexuales.
MARTIRIO Y TRAGEDIA
El anunciar su homosexualidad podría convertirse un martirio para los futbolistas y acabar trágicamente, pero esa es otra historia de la que les platicaré la próxima semana.
Por acá nos leemos el próximo domingo.
¿SON O NO SON?
Estrellas del futbol mundial han estado en medio de la polémica por sus preferencias sexuales.
PEP GUARDIOLA
Josep María Minguella, ex agente FIFA, reveló en su libro "Casi Toda La Verdad" que Pep Guardiola se retiró como jugador por un ambiente enrarecido. "Se empezaron a comentar aspectos de su vida privada y se aseguró que era homosexual", escribió.
CRISTIANO RONALDO
Más allá de su ya conocido cariño por sí mismo, diferentes voces han alzado la voz sobre su sexualidad.
"Tengo muchos amigos gays y apoyo la diversidad sexual", dijo Rihanna cuando le preguntaron sobre CR7.
GUTI
Fue señalado por el canal español Telecinco de sostener una relación homosexual, pese a estar casado.
José María Gutiérrez procedió legalmente y logró una indemnización de 75 mil euros por afectar "negativamente a su reputación".
PELÉ
En una entrevista con la revista Playboy en 1981 dijo que su primera relación fue con un joven del equipo de la ciudad de Baurú, cuando tenía 15 años. Posteriormente, lo negaría, diciendo que fue malinterpretado.
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