Es tiempo de solicitar, aunque no necesariamente de recibir.
Depende de cómo se haya portado cada quién y también del presupuesto con el que se cuente. Santa está pendiente y los Reyes, listos para hacer la cobertura.
Las cartas futboleras, ahora que la tecnología y los procedimientos están de moda, tienen que ser enviadas por correo electrónico y con un formato
definido.
En el caso del futbol, un equipo completo debe tener ciertas características. Puede servir como base para que los aficionados o directivos vean exactamente qué les hace falta para ser competitivos y aspirar al título.
En orden de aparición, el arquero debe ser seguro. Bueno para el juego aéreo, con dotes de atajador con los buenos reflejos que eso implica y claro para dirigir a su defensa. Los porteros mudos ya no son bienvenidos.
Los laterales tienen, aunque haya técnicos que piensen al revés, que saber defender. Esa es su tarea fundamental. Cubierto el expediente, entonces deben tener fuelle, saber salir jugando y ser veloces. No basta con ello todavía. Han de tener la capacidad de bajar rápidamente a tomar su lugar cuando la jugada ofensiva haya concluido.
Los centrales deben ser complementarios. Por lo menos uno de ellos debe ser el "sheriff" que detenga a los extraños que desean meterse a su área. Si tiene cara de maloso, mejor. Es compañero de celda del medio de contención.
El otro central debe ser más técnico, saber jugar con los pies pulcramente. Y ambos, descontado, espléndidos en el juego aéreo.
Como quedó dicho, el contención es de esos alumnos que además de no prestarle sus útiles a nadie en la escuela, a veces hasta se roba el lunch de los demás. Anticipa, gruñe, es poderoso para quitar balones y sencillo para repartirlos.
Según el parado de cada equipo, puede haber otro contención natural o bien dos volantes abiertos. Estos deben saber penetrar, driblar, llegar hasta el fondo, ayudar a marcar, centrar con exactitud al hombre con ventaja y tener un disparo por lo menos razonable.
Si se juega con un medio que se coloca detrás del centro delantero éste debe ser audaz, hábil, dispuesto a recibir patadas, talentoso para sentir el juego y con gol en ambas piernas si no es mucho pedir.
El centro delantero debe saber moverse, desmarcarse y meter goles con la cabeza y con sus dos perfiles aunque predomine uno de ellos. Hay algunos que no cabecean ni en velorios y otros que parecen defensas. Descarte a ambos.
¿Está completo su equipo? ¿Se reforzó adecuadamente? ¿Cuántos del plantel hacen diferencia?
Con este sencillo formato veremos que algunos equipos, incluso "grandes" cojean de ambos pies. Luego se andarán quejando por no saber pedir.
fjgonzalez@reforma.com