En Estados Unidos se ofrece un servicio llamado "Digital Detox", por el que los participantes pasan tres días aislados de cualquier dispositivo electrónico que les comunique con otras personas. El objetivo es desintoxicar a los "pacientes" de su contaminación digital. Smart phones, Tablets e IPhone no caben en ese retiro.
Una encuesta realizada entre personas de 18 a 34 años reveló que la
mitad preferiría pasar un día en la cárcel que desconectarse de sus redes sociales.
El comentario viene al caso ante el creciente uso de la tecnología entre corredores, que si bien aporta grandes beneficios también tiene inconvenientes.
El uso de un pulsímetro permite mantener el esfuerzo dentro del rango que le indique su programa de entrenamiento evitando correr "kilómetros chatarra", y algunos dispositivos son una valiosa fuente de información por la gran cantidad de datos que almacenan de cada sesión que se corre.
Cuando la tecnología es bien utilizada, le ayuda al corredor a entrenar mejor y a registrar mejores cronometrajes. Sin embargo, es posible llegar al extremo de usar la tecnología de manera excesiva, incluso obsesiva, en perjuicio de la práctica del deporte.
Algunos corredores convierten a las estadísticas en la razón de ser de su entrenamiento, una especie de intoxicación informática, y les resulta imposible dejar de comparar los resultados de sus sesiones entre sí convirtiendo cada entrenamiento en una competencia, lo que los puede llevar a sufrir sobreentrenamiento o lesiones.
Otro riesgo es concentrarse en la información más que en el gusto de correr, dejando de disfrutar sus entrenamientos, incluso dejando de "escuchar" a su organismo, por lo que bien vale la pena no perder de vista que la tecnología es una ayuda, no es un fin.
Agradecimiento: Hoy se cumplen 29 años de que ésta columna se publicó por primera vez en el Grupo Reforma. Agradecemos profundamente el apoyo de quienes nos favorecen con su lectura, así como el recibido de esta casa editora. ¡Feliz Navidad!
Recuerda que correr es salud y algo más... mejor calidad de vida.
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