Lobos, te reí y te lloré

COLABORADOR INVITADO / Flavio González
en CANCHA


Sufrimos en Segunda, disfrutamos el ascenso, los acompañamos en Primera y nos entristece descender.

Mis inseparables amigos de la universidad, Pedro, Omar y Jesús, lo vivimos desde el ascenso. Después de clases, nos veíamos en el recién inaugurado Estadio Universitario, los viernes a las 16:00 horas con boletos regalados por la Facultad.

Nos comíamos partidos donde no éramos ni 100

aficionados, fieles como el famoso "Bigotes", en medio de tormentas y con equipos ahora ya desaparecidos, con la tradicional cemita poblana de a 2 por 20 pesos, una oferta nada despreciable para la vida de un foráneo. Lobos BUAP era parte de nuestra vida universitaria.

Perdimos un ascenso con el León de Matosas, pero después gritamos ser de Primera, dejando atrás, irónicamente a Bravos.

El ascenso llegó de la mano de Rafa Puente Jr., quien comulgó con los valores universitarios desde el primer día. Su futbol gustó y ganó adeptos.

Me emocionaba que figuras de la Liga jugarían a no más de 400 metros del aula donde nos formamos como profesionistas.

Lobos, como mi vida universitaria, fue volátil, emocional, inestable, con bonanza, con pobreza, con apoyo, con abandono. Te reí y te lloré. Pero siempre, aún estando en otras latitudes, te llevaré como de los mejores recuerdos de mi vida. Por siempre Lobos BUAP.

 
Twitter: @FlavioBunn