Miguel Pinto y Luis Michel: dos arqueros de probada calidad, tanto en sus respectivos equipos como en Selección Nacional, que despiertan el día de hoy con panoramas y retos muy distintos a los acostumbrados en los últimos años.
La estabilidad del futbolista es demasiado relativa como para confiar en la jerarquía o los reconocimientos. A veces el gusto del técnico, a veces la actitud del
propio jugador, a veces el salario elevado y en ocasiones intereses fuera del alcance del jugador, son algunos de los factores que inciden en la continuidad de un futbolista.
Todos tenemos la facultad de elegir, pero a veces las opciones se limitan a la mala o menos mala, a veces a la buena o muy buena. Tanto Pinto como Michel tuvieron la posibilidad de elegir entre las segundas hace no mucho tiempo y hoy, por azares del destino o características de la profesión, su panorama no luce alentador y deben decidir entre opciones alejadas de los reflectores.
El futbol pocas veces sorprende, por lo general manda señales antes de embestir con descargas dolorosas de ingratitud que generan ciertos rencores y temores.
Pinto llegó al Atlas a principios de 2011 tras ser parte de la Selección chilena que disputó el Mundial de Sudáfrica 2010. Sus actuaciones en Copa Libertadores y Sudamericana, con la U. de Chile, le valieron ser reconocido como el mejor portero de Sudamérica en 2009. Pinto fue dueño de la portería rojinegra por tres años y más de 80 partidos; en mi opinión, pieza fundamental para evitar el derrumbe del Atlas y llevar a su equipo hasta la clasificación en el Clausura 2013.
Michel también estuvo en Sudáfrica 2010. En 10 años, desde su debut, ha tenido torneos extraordinarios en un club que tradicionalmente ha contado con grandes arqueros y en el que no es fácil manejar la presión. Era tan sólido que, a la salida de Oswaldo Sánchez, obligó a su directiva a desprenderse de porteros como Talavera y Liborio Sánchez. Sin embargo, una cierta sensación de acomodo, contagio y falta de aspiración, parecieron afectar el nivel de Michel, al grado que hoy se encuentra fuera de los planes de Guadalajara y ya sin posibilidad de ser transferido en México.
Michel a sus 34 años y Pinto a sus 30 deben hoy asimilar una nueva realidad y plantearse nuevos retos. Ninguno pudo despedirse de su equipo tapatío con una victoria y aunque su capacidad está demostrada, llegó el momento de pelear de nuevo y en condiciones distintas, contra una competencia en la portería que cada vez llega mejor preparada.
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@FELIXATLANTE12