Termina el año 2013 que para el deporte tuvo momentos de gloria, espectaculares e inigualables. Concretamente el caso del Bayern Munich, que jugó un futbol implacable, dirigidos por Jupp Heynckes, un técnico que se ha retirado ganando todo: Copa, Liga y Champions, y siendo la base de la Selección alemana, que va a jugar un Mundial de futbol a tope en Brasil.
Histórico lo que ha hecho el
Bayern, que después contrató a Guardiola para remodelar un poco al equipo si es que hacía falta, y lo está haciendo. Y además tiene figuras, como Ribery que es candidato al Balón de Oro.
En contraste nos encontramos con lo difícil que fue para México calificar a una Copa del Mundo. Pasó de lo ridículo a lo más espantoso. De ser de oro de Concacaf a ir a una repesca milagrosa. Milagrosa porque el rival no existía, aunque nos quieran vender con humo que Nueva Zelanda era un gran equipo de futbol.
Pero queda la mancha de la Eliminatoria, y un proceso irregular, mal manejado, con falta de temperamento para decidir en qué momento se debe ir un entrenador o no.
LA FIFA, insisto, es demasiado benévola al otorgar cuatro boletos a un área como Concacaf. Estados Unidos lo hizo bien, Costa Rica también; Honduras se lo ganó a México y Estados Unidos lo salvó, lo que son las cosas.
No hay que olvidar el gran fracaso del "Chepo" De la Torre, que como siempre sucede en México, la transparencia no existe y con el "Chepo" jamás estuvimos enterados de cuál fue su proceso, su realidad. Porque es muy fácil decir en México: "Me corrieron, cobro y adiós". Y cobran muy bien diría yo.
Y hay algunos que con ese fracaso están muy bien acomodados en equipos de Primera División, sin la necesidad más que de acudir con su promotor y listo. Y el futbol mexicano no se renueva, no tiene entrenadores diferentes, de más calidad, con mayor estudio y mayor capacidad para desarrollar el futbol que merece el aficionado que va a los estadios.
Y para recalcar está el caso de un atleta que se vino abajo, se lesionó de una rodilla, pero regresó y regresó para ser el número uno.
Esa es la muestra de un deportista que quiere ganar todo, pues a pesar de su lesión ganó 10 títulos. La constancia, la capacidad, el profesionalismo, todo en un tenista, Rafael Nadal. Esperemos que el futbol mexicano y la selección lo tomen como ejemplo.
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