Tenía unos 5 años cuando tomé conciencia de que estaba en un estadio de futbol, rodeada de un ambiente peculiar, a pleno rayo del sol y con el fanático número uno: mi papá. No entendía nada sobre el juego, pero sabía que si los de blanco con azul anotaban, él estaría de buen humor.
Cada 15 días, los domingos eran especiales: mi abuela, mis padres, mis hermanos y yo alistábamos todo para ir
al Revolución Mexicana a ver jugar a los Tuzos, entonces en la Segunda División.
A partir de ahí, algo despertó en mí. Era un juego para hombres, un tema que sólo debatían los hombres y algo en lo que sólo los hombres podían opinar en los programas deportivos, pero yo, siendo mujer, también quería hablar de futbol.
Quizás estuve adelantada a mi tiempo; les hablo de una época en la que una mujer opinando de futbol no tenía sentido.
Hoy celebro que existan tantas mujeres llenas de talento, sentido común, preparación y conocimiento en el campo de la comunicación deportiva. Escucharlas narrar goles, cubrir Mundiales y entrevistar a grandes figuras me entusiasma.
Me ha tocado pisar la cancha para entrevistar, hablar en la televisión, debatir en radio y escribir en diarios, por ahora, Twitter es mi vía de escape y espero que mi principal mentor se sienta muy, pero muy orgulloso de mí, donde quiera que se encuentre. In memoriam.
Twitter: @RUTH_GARCIA_
