Sin romanticismos, pero efectivos

Mario Castillejos
en CANCHA


A lo largo del torneo, León personificó a las mil maravillas el papel de equipo chico en presupuesto, pero grande en ambiciones.

Y como el futbol también es el lugar donde los sueños se hacen realidad, la plantilla de Ambriz alcanzó un excelso juego colectivo durante los primeros 21 partidos, al grado que los jugadores se revaluaron al nivel de caros.

Romántico, el León, que se

caracterizó por anteponer el juego de posesión al resultado, arrancó consciente y acelerado por la necesidad de marcar.

Aunque no podemos borrar de la crónica que la convocatoria de Macías y la lesión al minuto 32 de Mena les restó kilos de eficiencia a los verdes, del otro lado de la cancha, los Tigres de Ferretti, que representan desde hace rato el músculo, el glamour y la productividad que sólo te garantizan los planteles con futbolistas élite, diseñaron el partido con la frialdad que sólo da la experiencia.

Con todos sus elementos de nivel selección, ya sean argentinos, brasileños, chilenos, colombianos, mexicanos, ecuatorianos o franceses, y junto al mejor entrenador en activo, Tigres optó por no desplegar las velas mientras el 1-0 global les favoreciera.

Y a como el reloj avanzó, los tics que evocaban a Batocletti y Miloc se hacían presentes. Edu Vargas tiró al drenaje la más clara y de semejante manera también falló frente a Cota en la ida.

Del minuto 60 en adelante, León se adueñó de la cancha y los Tigres se refugiaron descaradamente en el contragolpe.

Ayala y Meza se hartaron de cortar pelotas aéreas en su área.

León, con las bayonetas por delante, cargó y cargó obligando a Nahuel a sacar la estampa de superhéroe.

Ferretti sólo le quedó en confiar en el barrio de los suyos, consciente de que ninguna de las Finales ganadas había sido sin sufrimiento.

Los Tigres volvieron a ganar a lo Tigres. Campeones de la séptima estrella. Sin romanticismos, pragmáticos, serios, sobrios, eficientes.

El dolor provocado por la puñalada de la Concachampions a manos de su único rival, tuvo una dulce cura y venganza en la Liga.

A los mejores equipos se les exige que tengan un punto de grandeza en la derrota y el León acabó por ser un muy muy digno finalista.

PD: Miguel Angel Garza comprobó por qué hoy está al frente de la institución. La dupla Ferretti-Garza ya dejó todo un legado en el futbol mexicano.

Lo escrito, escrito está.

 
Twitter: @castillejos_m