La lucha de cada quien

Francisco Javier González
en CANCHA


El inicio del siguiente torneo alcanza para pocos movimientos.

El llamado futbol de estufa es realmente de horno de microondas: lo que alcance a estar listo en tres minutos es lo que habrá de servirse.

Si alguien se fue seis meses de vacaciones o perdió contacto con el futbol mexicano durante ese tiempo, no entendería algunas cosas.

Una de ellas, que Marco Fabián, una de

las grandes figuras del equipo olímpico mexicano el pasado verano, haya pasado a préstamo a Cruz Azul. Lo sucedido con el futbolista el último semestre equivale a una de esas grandes devaluaciones que una moneda o un profesional pueden sufrir en un parpadeo: de ser la gran nueva realidad de México, hoy alcanza albergue en uno de los grandes a manera de terapia de recuperación tras sus desaciertos chivas. Puede ser su última pero importante oportunidad trascendente.

El movimiento más importante del mercado puede ser el de Darío Burbano. El mejor pasador a gol del campeón esmeralda se va a los Tigres en un pase más cantado que "Caminos de Guanajuato" con altísimas expectativas.

Recuerda el caso uno de los más espectaculares del pasado reciente: El Xolos campeón se despide de Duvier Riascos para que fracase estrepitosamente en Pachuca pese a lo millonario de la transferencia. El desempeño de un jugador en el club de origen no garantiza ni adaptación ni éxito en el de destino.

Los equipos de vanguardia en el torneo recién realizado sólo tienen que ajustarse para mantenerse donde están.

Los que le siguen buscan los refuerzos ideales para cambiar su estatus. Cruz Azul por ejemplo, retiene a "Chaco" y a Corona para mantener lo mejor de su patrimonio y manda a Chivas a un central que sin sobrarle, aparecerá en Chivas con 27 años y apenas dos de titularidad en la Primera División. Guadalajara sigue siendo una preocupación importante para un torneo que lo desearía siempre fuerte.

Pumas hace lo que puede. Atlante está pendiente de lo que los demás dejen suelto y Atlas junto con Veracruz y Querétaro ponen ahínco para capturar jugadores que les ayuden a mantenerse en la categoría.

Qué tanto cambiará la geografía de la Liga a partir de enero es incógnita casi conocida: realmente poco.

Con más de 25 naturalizados, una buena cantidad de extranjeros por ser probados o ya reprobados y algunos de gran calidad, el circuito depara pocas sorpresas. Es complicado pensar en cambios espectaculares con tan poco tiempo y con tan pocos cambios relativos en sus equipos.

Al final -como dice la canción- la vida seguirá igual...

 
 
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