Para ser campeón del futbol mexicano, a veces existen milagros, el América tuvo uno frente a Cruz Azul y pensó que todo sería igual, pero se encontró a León, que juega muy bien, que traslada la pelota con pausa, en el mediocampo, que es un equipo que no baja revoluciones, y que se maneja mejor en los partidos de alto ritmo y de táctica como el del domingo.
El León fracturó por momentos la
práctica del rival y así fue ejerciendo un voltaje especial, que le dio el ritmo, y finalmente los tres goles, con lo cual consiguió el campeonato.
El rival, América, ni por dentro ni por fuera, a veces lograba algo con Rubens Sambueza, pero a ese jugador le fascina tirarse al suelo. Constantemente está enredado en las piernas del rival, no fue un partido muy académico, pero jugó mejor León durante los 180 minutos.
No pudo desplegar su arma favorita, que es el contragolpe, pero lo hizo en ocasiones e hizo daño. Y con eso fue suficiente, el América no tenía nada: tenía un lado oscuro en el campo de juego, que su técnico Miguel Herrera no supo iluminar.
Los centros y centros terminaban en remates fáciles para el portero William Yarbrough, fue lo más que pudo hacer el rival.
En cambio, el León cada vez que atacaba, hacía daño. Por momentos parecía un equipo eléctrico, rápido, que desplegaba un juego veloz y las cabalgadas de su centrodelantero, Mauro Boselli, eran peligrosísimas para la zaga rival.
Para el colmo el América se quedó con uno menos, para el colmo el "Piojo" perdió la cabeza; se fue expulsado, perdió la cabeza en la conferencia de prensa porque gritó que los periodistas que cubren la fuente de futbol son todos unos estúpidos, lo cual me parece muy mal para un técnico que va a tomar la Selección Nacional. Tiene que arrepentirse, no puede entrar caliente a la conferencia y menos después de perder un campeonato.
El América no jugó bien la Liguilla: ganó un solo partido, perdió tres y empató dos. Su récord fue muy malo. Y León, en cambio, fue el mejor. Siempre estuvo adelante y consiguió su sexto título después de muchísimo tiempo de no hacerlo.
Y tuvo en Matosas a un técnico que vive con intensidad los partidos, que tácticamente equilibró muy bien a su equipo y que lo hizo galopar al campeonato. Brillante, pues, el triunfo leonés; muy apagado, el rival.
Tranquilo e inteligente en la conferencia de prensa Matosas; inseguro y agresivo el "Piojo", he ahí el resultado de un partido que siempre tuvo en sus manos el León, táctica y técnicamente, y por goles y por jugadores.
El América abre otra etapa con Mohamed y León seguirá la suya con Matosas. Muerto el rey, ¡Viva el rey!, el León es el nuevo campeón del futbol mexicano.
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@joserra_ESPN