Amables aficionados: se habló mucho en esta semana acerca de que un equipo en la NFL no depende de un solo hombre, con excepción de si éste es su mariscal de campo (ver ejemplo de Green Bay, 1-4-1 desde la lesión de Aaron Rodgers).
Difiero. Es cierto que es un juego de conjunto, pero a veces la pieza faltante atora la maquinaria.
Por eso, las probabilidades de Nueva Inglaterra de
ir a otro Súper Tazón sufrieron una merma considerable con la lesión de Rob Gronkowski el domingo pasado.
La diferencia en la efectividad ofensiva de los Patriotas cuando el gigantesco ala cerrada estuvo ausente al principio de la campaña y cuando ya pudo participar es notable: número 30 en la zona roja sin él y 4 con él: en yardas aéreas por juego, 19 sin y 3 con, y en primeros y dieces, 16 en su ausencia y segundos con su presencia.
Si a eso le agregamos las pérdidas por lesiones de 3 baluartes de la defensiva, Vince Wilfork, Tommy Kelly y Jerod Mayo, nos percatamos de que han sido el genio de Bill Belichick y el talento de Tom Brady lo que ha mantenido a Nueva Inglaterra en la pelea. ¿Por cuánto más? Se sabrá pronto, al entrar el mes de enero y la parte de la temporada de perder e irse a casa.
Y si se quiere otro ejemplo de la ausencia de un elemento clave, ahí está la derrota de Denver el jueves. No contaron con Wes Welker, el receptor especialista en los pases cortos en tercera oportunidad, y los Broncos tuvieron varias series de 3 jugadas y para afuera.
El triunfo de San Diego, además de mantenerlos en la pelea al Playoff, dejó en el aire a los primeros sembrados en la AFC. Día vital hoy para Nueva Inglaterra y Kansas City, ya que ganando pueden irse al primer sitio.
Finalmente, se anunciaron más restricciones para los aficionados que asistan al Súper Tazón. Como sólo habrá 13 mil lugares de estacionamiento, serán pocos los que obtengan el preciado permiso.
Todos los demás tendrán que ir en transporte público, (51 dólares viaje redondo), saliendo de 9 sitios de acopio diseminados alrededor de la zona. No se permitirá llegar en taxi, limusina o incluso a pie. Serán de 8 a 10 horas las que los afortunados asistentes tendrán que estar a la intemperie. El gran determinante del éxito o fracaso será el estado del clima en ese día.
Por ahora, hacemos una pausa...
fvonrossum@elnorte.com