León

Félix Fernández
en CANCHA


No sé si León derrote a Puebla de visita el viernes e imponga en solitario la marca histórica de más victorias consecutivas en la Primera División (le pertenece a Cruz Azul, 1971-72). Lo haga o no, este equipo de Nacho Ambriz merece ser recordado y aplaudido por varios motivos: hizo varios movimientos en el pasado receso (9 bajas y 7 altas), salió Mauro Boselli, todo un símbolo del equipo y el

segundo máximo goleador de la institución con 130 goles. En su lugar no se contrató a ningún centro delantero de las características del goleador argentino; de hecho podríamos decir que es un equipo que juega sin centro delantero de área y varios jugadores aparecen y desaparecen en esa zona. Al menos cuatro de los siete que llegaron son piezas fundamentales en el esquema de Ambriz y todos ellos se adaptaron de inmediato (Mena, Campbell, Sambueza y Macías).

Nadie, ni el más optimista podría pensar que el rendimiento de Ángel Mena podría ser tan bestial, después de un paso más bien discreto por Cruz Azul. Hoy, el ecuatoriano lleva 11 goles y tiene 7 asistencias (Brian Fernández de Necaxa tiene el mismo número de goles, pero sin asistencias), mientras que el juvenil J.J. Macías, proveniente de Chivas, lleva seis goles, es el mejor anotador mexicano y se nota extremadamente cómodo en este equipo.

León es el ejemplo del equilibrio ideal en un equipo: mejor ofensiva, mejor defensiva y mayor número de partidos ganados. Pese a ello, no es tomado en cuenta como el candidato principal a ser campeón del Clausura.

Pero más allá de los números, es conveniente analizar a este equipo que, sin duda, es el más espectacular del torneo y sin los reflectores que roban América, Tigres, Monterrey y Cruz Azul. El bajo perfil de Ambriz es el bajo perfil (más no la actitud sumisa) de este gran equipo que, semana a semana mantiene la humildad, la confianza y el rendimiento parejo. Sí, es cierto, parte del espectáculo que dan los Panzas Verdes tiene que ver con las constantes paredes y pases "de lujo" que intentan sus atacantes en la zona correcta para hacerlo, pero siempre regresan al esfuerzo solidario y el sacrifico necesario.

Fernando Navarro es, en mi particular punto de vista, la pieza clave para que León funcione de manera tan efectiva: es el mejor de la Liga en enfrentamientos defensivos uno a uno exitosos, para empezar, lo que demanda principalmente su función en la cancha. Engaña al rival una vez que parte como lateral derecho de inicio, pero rápidamente aparece como interior, extremo y hasta media punta. Su dinámica no cesa, como tampoco su participación ofensiva y defensiva. Mitad en broma, mitad en serio, le pregunto a Navarro: ¿De qué demonios juegas? A lo que responde, de manera tan confusa como la posición que no parece respetar: "Lo bien aprendido jamás se olvida".

No sé si León rompa en solitario el récord de victorias consecutivas en el futbol mexicano, pero hoy debemos quitarnos el sombrero hacia un equipo que a falta de cuatro partidos tiene 19 puntos más que en el Apertura 2018, que increíblemente no es favorito, pero que nos regala el mejor espectáculo cada jornada.

Twitter: @Felixatlante12