Con dos magníficos partidos inició el jueves la Fase de Semifinales que mañana domingo culmina con los de vuelta.
En el caso del Toluca vs. América por lo que ambos equipos hicieron durante los distintos lapsos, y en el de León vs. Santos por lo que el primero jugó a lo largo de los 90 minutos, ambos enfrentamientos sirvieron para confirmar que en el futbol mexicano el más alto nivel se
alcanza en las Fases Finales de cada torneo.
¿Cómo hacerle para que en la Fase Regular los equipos ofrezcan actuaciones como las que con mucho mayor frecuencia suelen ofrecer en las instancias finales?
Además de la necesidad de elevar la dosis de profesionalismo y de cultura deportiva que lleve a los protagonistas a convencerse de la obligación de jugar siempre a tope, vale la pena buscar parte de la solución en el sistema de competencia.
¿Por qué no incorporar desde la Fase Regular lo de la visita recíproca, si una y otra vez queda constancia de su especial atractivo?
Si ya en alguna ocasión se propuso algo similar, el momento se antoja oportuno para intentarlo.
Un torneo de Liga al año, con 34 jornadas de la Fase Regular y la Liguilla de siempre, pero con el añadido de realizar enfrentamientos de ida y vuelta inmediata en esa Primera Fase.
En las jornadas pares, cada equipo recibe o visita al que haya visitado o recibido en las nones inmediatamente anteriores. Y en cada partido de 90 minutos se disputan dos puntos, con dos más para el que se imponga en el global de 180... con los goles de visitante como factor de desempate.
Todo eso, por supuesto, sin modificar la actual puntuación para efectos de la tablita del descenso.
Para que se acostumbren a jugar permanentemente como en Liguilla, un formato más o menos de lo mismo.
¿Por qué no le piensan y lo intentan?
@rgomezjunco
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