Hace no mucho tiempo, cuando Miguel Herrera decidió restringir la participación de Diego Lainez en el primer equipo del América, fue criticado "por frenar el proceso" de este joven mexicano, luego de su despunte con Ricardo Lavolpe, quien le descubrió, apoyó, debutó y mantuvo como titular prácticamente el resto de su estancia como Director Técnico de las Águilas. A medida que pasaba el tiempo, el
joven tabasqueño poco a poco tuvo mayor participación hasta convertirse en un futbolista determinante para la conquista de su título número 13. No hay duda: Miguel Herrera sabía la manera correcta de llevar a este excelente jugador.
Diego Lainez es, en definitiva, la más reciente joya del América y del futbol mexicano. Este zurdo de apenas 18 años tiene la combinación necesaria para ser extremadamente popular y atractivo en todos sentidos: desenvuelto, bien articulado, seguro, valiente, amable, sencillo, bien parecido, con gran carácter dentro del terreno de juego y surgido de un equipo extremadamente publicitado: América.
Hoy la "polémica" se centra en la selección mexicana que Lainez debe integrar este próximo verano: Selección Mayor (Copa Oro) o Selección Sub 20 (Copa del Mundo Polonia 2019). Diego reúne todos los requisitos para formar parte de cualquiera de los dos representativos e incluso de ambos (algo que su club, Real Betis, no permitirá). Lo que se cuestionan tanto Gerardo Martino, como Diego Ramírez, técnicos de las respectivas selecciones, es la competencia más conveniente para el jugador.
En mi personal forma de ver el tema, considero que gran parte del éxito de este joven ha sido la manera en que se le ha llevado, sin acelerar ni cargar responsabilidades que no le corresponden. Mundial Sub 20 únicamente hay uno, posibilidad de jugar Copa Oro existe una cada dos años.
Veamos: en los recientes partidos de Selección Mayor, Lainez tuvo participación 9 minutos ante Chile y 45, de inicio, contra Paraguay. Su actuación en el segundo partido llevado a cabo en Santa Clara, podría catalogarse de ansiosa. No mala, no buena, sino precipitada pero útil. Dentro de la sabiduría que otorga el futbol, existe la posibilidad de medir tiempos, velocidades y pausas. Lainez arrancaba y aceleraba invariablemente, lo que le restaba precisión y tiempo para decidir. Hacia el segundo tiempo ingresó Isaac Brizuela por esa misma banda derecha que ocupó Lainez. El "Conejito" le demostró al juvenil del Betis exactamente lo que es manejar con cuatro velocidades e hizo estragos en la defensa paraguaya.
Hoy en la Selección Mayor Diego Lainez es una muy buena opción, pero no es un futbolista titular en su posición y su ausencia puede ser perfectamente cubierta (Aquino, Brizuela, Lozano, Pizarro, Alvarado). Sin embargo en la Selección Sub 20, la participación de Diego sería una fuerte inyección ofensiva (junto al goleador de León, José Juan Macías) y motivacional para un representativo que enfrenta a Japón, Italia y Ecuador en su grupo. Sería, tal como lo hizo ver Miguel Herrera en su momento: la atinada congruencia de continuar su proceso de maduración.
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