Nick Kyrgios

Leonardo Lavalle
en CANCHA


Hacía mucho tiempo o al menos así lo recuerdo, que el tenis profesional no tenía un jugador con las características de Nick Kyrgios. Nadie esperaba que venciera a Rafa Nadal y menos en la forma que lo hizo. Desquiciando al español y sacándolo por completo de concentración, quitándose 3 match points y sellando el triunfo con una inesperada doble falta del español en el 6 iguales de la muerte

súbita en el tercer set.

Más adelante, continuó su tenis genial, divertido e inteligente, ratificando triunfos sobre Stan Wawrinka y John Isner, además de otra contundente victoria en la Final sobre el número 3 del ranking, el alemán Alexander Zverev.

El público mexicano se quedó sin el consentido Rafa Nadal y muy enojado con Kyrgios por la cantidad de veces que pidió al doctor, dando a entender que estaba cerca de retirarse del partido.

Kyrgios siguió con una irreverente actitud, retando y provocando al público en momentos clave del partido. Se necesita mucha personalidad después de los abucheos, para que el australiano genuinamente en la entrevista al final del partido con mi compañera Caro Guillén, dijera que disfrutaba jugar con un público como el de esa noche, lo que ocasionó una vez más una rechifla que jamás había escuchado en 20 años en Acapulco.

Puedo recordar a Lleyton Hewitt y Andre Agassi como los últimos chicos malos del tenis. Agassi era más mercadotecnia y sus comerciales con el eslogan "Image is everything", de Nike, eran un éxito con los pequeños. Después, su cabellera larga o peluca (después de años se confirmó que era peluca y no su propio pelo) le daba un aura de "rock star" con "groupies" de jovencitas que lo seguían a todas partes. Agassi terminó su carrera con una transformación de chico malo, terminando siendo un verdadero caballero y competidor.

Lleyton Hewitt es el jugador más competitivo que conozco. Muchas veces cruzando la raya de querer ganar provocando y muchas veces insultando a sus contrarios, celebrando con un ¡"Cooooome ooooon"! Incluso, sacó de quicio al tranquilo y gran jugador, el argentino Juan Ignacio Chela, quien le escupió a Hewitt en el cambio de lado en la Rod Laver Arena en el Australian Open 2005, cuando Hewitt era el número 4 del mundo. Chela fue multado y después ofreció disculpas.

Resumiendo a Kyrgios. Terminó jugando un tenis estupendo, hasta ahora, el mejor de la temporada. Terminó ganándose al público a base de buen tenis y alimentándose de la energía mexicana. Ganó un título inesperado, dejándonos con la pregunta sobre si será capaz de copiar y transportar el buen tenis desarrollado en Acapulco a otras dimensiones y superficies.

Si lo consigue, sería un verdadero deleite para los aficionados.

 
 
Twitter: @Leolavalle1