¿Medallas diferentes?

Rubén Romero
en CANCHA


El Maratón de Boston, que se correrá en abril de 2014, aumentó su cupo límite de 27 a 36 mil corredores, como respuesta a la reacción de la comunidad internacional al atentado que sufrió en la edición 2013.

La demanda se disparó exponencialmente, y el incremento no fue suficiente, en especial si se piensa que más de la mitad de ese aumento fue para quienes no pudieron completar su

recorrido en abril pasado.

El proceso de inscripción quedó cerrado en septiembre pasado, y de acuerdo con el criterio de los organizadores, los corredores que se clasificaron con los cronometrajes más rápidos fueron los que primero tuvieron la oportunidad de inscribirse, por lo que el promedio de velocidad de los corredores participantes será más rápido en ésta edición.

¿Cierto?, la verdad es que no tanto.

Unos siete mil corredores participarán en el Maratón de Boston 2014 sin haber tenido que clasificar a base de cronometrajes. El parámetro que definirá a ese sector de los participantes no será deportivo. Será económico.

Los corredores que ganaron su lugar clasificando por cronometraje pagaron 175 dólares en el caso de residentes en Estados Unidos y de 225 en el caso de extranjeros.

Pero la "aportación" de quienes no dieron el cronometraje o no alcanzaron lugar puede ser varias veces mayor. En algunas ocasiones hasta 40 veces mayor.

El maratón apoya a 138 instituciones de caridad a las que asigna un cierto número de inscripciones, que varía en cada caso.

Howard Weinstein, el director de MGH, una unidad de atención oncológica para niños, declaró que dispone de 100 lugares pero los corredores le piden 600.

¿Cuál es la reacción de esas instituciones en esas ircunstancias, que son todos?

Reaccionan de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda: Suben el nivel de las "aportaciones" requeridas a cambio de un lugar en el maratón.

El Brigham and Women's Hospital pide una aportación de 6 mil 500 dólares por cada lugar, mientras que la Clínica de Ojos puso su cuota en 7 mil 500 dólares y la Oficina de Olimpiadas Especiales requiere 10 mil por corredor.

Lo más irónico de todo esto es que la medalla que reciben los corredores que clasificaron por cronometraje son las mismas que las de quienes clasificaron por aportación.

¿No deberían ser diferentes?

Recuerda que correr es salud y algo más..., mejor calidad de vida.
 
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