El deporte mexicano me genera sentimientos encontrados

Carlos 'Warrior' Guerrero
en CANCHA


Somos el país anfitrión por excelencia. Lo hacemos de maravilla. Basta echar un vistazo a lo que recientemente vivimos en el fantástico WGC México Championship en el Club de Golf Chapultepec con la presencia de los mejores golfistas del planeta. Entre ellos, el deportista mejor pagado de todos los tiempos, Tiger Woods.

Pero México no sólo abrió sus brazos a las más grandes figuras del

golf. En estos días, el paradisiaco oleaje de nuestro Pacífico fungió de alfombra roja para recibir a Rafa Nadal y a Alexander Zverev, dos y tres del mundo respectivamente.

El Abierto Mexicano de Tenis es una muestra más de lo que somos capaces de lograr cuando el nivel de organización y planeación raya con la perfección. Lo mismo cuando recibimos a la Fórmula 1 o a la NBA en la Arena Ciudad de México.

Hemos convertido a nuestro país en un escenario ideal. Sabemos cobijar, respaldar y apapachar. Llenamos todo, y en cuestión de días, mutamos en extraordinarios expertos de lo que esté en disputa. Aplaudimos a los mejores y les compartimos nuestras bellas tradiciones. ¿Recuerdan que a los pilotos Max Verstappen y a Daniel Ricciardo los pintamos de calavera y que a Lewis Hamilton lo subimos al cuadrilátero de un deporte tan nuestro como la Lucha Libre?

Lo hacemos todo bien, sin embargo, hemos olvidado algo: la generación de deportistas mexicanos a mayor escala para los grandes escenarios. Algo así como Lorena Ochoa. 157 semanas siendo número 1 del mundo de manera consecutiva y líder en ganancias de la LPGA entre el 2006 y 2008. ¿Cuándo volveremos a tener a otro golfista tan dominante como Lorena?

Fue un gusto y motivo de júbilo ver a Abraham Ancer compartir con Tiger Woods y verlo terminar con par de campo en el WGC. Pero necesitamos a más como él. A muchos más como él que nos puedan empujar, motivar y obligar a estar entre los mejores 15, 10 o 5 del mundo.

Lo mismo en el tenis. Nuestro único mexicano en el Abierto de Acapulco, Gerardo López Villaseñor, cayó en la primera ronda ante Steve Johnson quien le aventaja más de 500 puestos en el ranking de la ATP. (Leyó usted bien, más de 500 lugares).

Mientras que la estupenda organización nos coloca en la cima del mundo, la realidad de dónde estamos parados en cuanto a proyección y posicionamiento de talentos, nos deprime un poco. Basta ver nuestros medalleros cada cuatro años.

¿Y qué vamos a hacer como país ahora que la Olimpiada Nacional podría desaparecer? Ana Gabriela Guevara, titular de la CONADE, presentará una propuesta para reestructurarla o eliminarla aún cuando ha sido el principal semillero de deportistas.

Si con la llave abierta surgen pocos, ¿qué pasará si se cierra? ¿Resignarnos a la medalla de oro para México en la disciplina de anfitrión?

 
 
Twitter: CARLOSLGUERRERO