Azul pálido

Francisco Javier González
en CANCHA


Una de las series de Cuartos de Final parece decidida. Las demás, con mayor o menor probabilidad, siguen abiertas porque las diferencias son alcanzables.

Y no es que el 3-0 adverso con que Cruz Azul regresa a casa para la vuelta sea imposible de remontar. Futbolísticamente los celestes tienen un plantel de calidad que podría emular alguna de esas hazañas históricas que le sobrarían como

ejemplo.

El problema celeste es otro sin embargo. Pasa por lo emocional según lo reflejan los síntomas.

El hecho de que Achille Emana no haya salido a la banca para el segundo tiempo del juego en Toluca porque no le gustó su cambio no es lo más grave. Si lo es la indiferencia, por lo menos hacia afuera, que diferentes testimonios azules hacen sentir respecto al asunto.

Una institución como la celeste no sólo merece respeto de todos sus integrantes; está obligada a exigirlo a rajatabla.

En momentos de crisis es cuando se ve si un grupo está unido, sintonizado, armónico, o si ha preferido tomar el camino de la anarquía en el que cada quien hace lo que quiere sin la menor reacción de quien tiene la autoridad.

Del director técnico hacia arriba parecen tolerarse reacciones inadmisibles incluyendo la falta de intensidad, intención y actitud para hacerse sentir.

Si José Saturnino Cardozo dice que en el Toluca se va a la banca el que afloje -lo que ha sustentado con los hechos- en Cruz Azul el mensaje es diferente. Parece que no pasa nada, que la resignación está a flor de piel y que si tampoco se gana en esta ocasión, ya será en la siguiente.

Indispensable para ganar un partido es tener la intención de hacerlo. No se diga de un campeonato.

Los indicios suponen un abandono en La Noria. De convicciones, de respeto a un club inmejorable para trabajar, del futbolista a una afición que no se cansa de esperar...

Este sábado en el Estadio Azul, la Máquina tiene una inmejorable oportunidad de tapar bocas, de mejorar la historia que parece juzgada de nueva cuenta y de manifestar orgullo profesional, sangre en las venas, solidaridad y ambición.

Precisamente porque necesita una hazaña frente a un adversario de postín, es que Cruz Azul puede a través de su réplica, desmentir la imagen que hoy el mundo del futbol mexicano percibe y castiga.

El futbol ofrece revanchas. ¿La tomará un equipo que parece no creer ya en sí mismo?

 
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