Caixinha y las #fakenews

Carlos 'Warrior' Guerrero
en CANCHA


Para dar con el reporte que Pedro Caixinha utilizó en su última conferencia, hay que invertir cinco segundos. Basta con teclear cuatro palabras en Google: "ranking mundial fake news".

Aparecerá una nota del portal "Forbes Brasil" que se basa en el Reuters Institute Digital News Report que analiza la confianza de la gente en el consumo de noticias. Justo la nota que Caixinha eligió como

férreo argumento.

El reporte es del 2018, fue realizado en 37 países, incluye el estudio de dos meses y tiene una muestra de 74 mil personas.

Los resultados son tan interesantes como el hecho de que Caixinha los haya mostrado en plena crisis y sobre todo, para desafiar a la prensa. La misma prensa que le genera rumores. La misma que le valía madres hasta hace poco.

Me hubiera encantado que así como presentó las gráficas de dicho reporte, hubiera hecho lo mismo con un comparativo estadístico de los dos torneos.

El desplome se visualizaría con terroríficas tonalidades rojas. Sobre todo el déficit de puntos, goles a favor, productividad, posición en la tabla y asistencia al estadio. Pero ese es otro tema.

La polémica que desató Caixinha me hizo reflexionar sobre ese supuesto segundo sitio que México ocupa (sólo por debajo de Turquía) respecto a las noticias falsas. Así que indagué un poco más y constaté que el reporte está enfocado a la confianza y a la desinformación en el consumo de las noticias globales. No necesariamente al porcentaje de las llamadas "Fake News". El estudio NO dice que de 100 noticias, 43 sean falsas en México como muchos lo interpretaron.

Países primermundistas como Estados Unidos y Francia, tienen un porcentaje alto de CONSUMO de Fake News. Es decir, hay oferta pero también hay demanda. Hay quienes las generan y hay quienes las compran.

El reporte que utilizó Caixinha establece que en países donde los niveles de alfabetización noticiosa son altos, las personas son más propensas a identificar contenido satírico, mentiras y periodismo pobre. Es decir, que gran parte de la responsabilidad, también está en el lector. Cada uno elige qué creer y a quién creer. Investigar o no.

Y más en los actuales tiempos digitales donde van por el mismo sendero cibernético, el ensayo de un Premio Nobel y la noticia falsa de que Javier Hernández firmará con la Juventus.

No queda más que la capacidad de quien lee para poder discernir y elegir entre lo real y lo apócrifo.

Quienes hoy aplauden a Pedro por mostrar buenos argumentos, espero también lo hagan cuando vean a alguien comprar piratería. La playera de un equipo, música por la que no se pagó un peso o una bolsa de marca italiana.

Los productos piratas también son fake. Y lamentablemente es el mismo efecto. Mientras haya quien las compre, ahí estarán al alcance de todos. Depende de uno.

 
Twitter: @CARLOSLGUERRERO