Cuando la teoría indicaba que al asunto de la multipropiedad en el futbol mexicano ya se le había metido la debida reversa, en la práctica vuelve a suceder lo contrario.
TV Azteca, empresa dueña del Morelia (se supone que en vías de venderlo), aparentemente resultó "ganadora" entre quienes pretendían adquirir a un equipo urgido de ser rescatado: el Atlas.
O sea que ahora, a
diferencia de lo que habían prometido los dueños del balón, si ya tienes un equipo de futbol perfectamente puedes comprar otro... a menos que te apellides Slim.
Con la incursión del "magnate incómodo" al futbol, los geniales federativos se dieron cuenta de que no es correcto que dos o más equipos pertenezcan a un mismo dueño.
Es decir, que está terminantemente prohibida la multipropiedad, a menos que les convenga a quienes dicen prohibirla.
Si de conveniencia se trata, por cierto, nada raro sería que tarde o temprano los magnates futboleros de siempre terminaran negociando con el "nuevo" para así dividir en tres generosas tajadas gran parte del suculento pastel denominado "futbol mexicano".
Pero mientras no acuerden entre tres lo que para fines prácticos hoy por hoy es acuerdo de dos, en términos oficiales, aunque la vergonzosa realidad sea otra, la multipropiedad no está permitida.
Una MULTI propiedad que, por supuesto, mucho tiene qué ver con la MINI decencia.
Falta de honestidad, de transparencia, de verdadero espíritu deportivo de quienes así han decidido manejar y repartirse, desde hace buen rato, este productivo pastel futbolero.
¿Cuándo se decidirán a dividir el de la Primera División en 18 auténticas y "democráticas" tajadas, como debería estar dividido en aras de la más elemental equidad deportiva?
A ver si algún día.
gomezjunco@cancha.com
@rgomezjunco