Parecía que por alguna confusión arbitral, varios Pumas entraron al terreno sin que nadie se percatara de ello.
Salían por todos lados, se multiplicaban como esos seres extraterrestres de las películas que cuando son vencidos se duplican para volver a atacar al enemigo.
Durante la semana, el consejo que varios entrenadores de fuerzas básicas le dieron al primer equipo fue que
jugaran con determinación, voluntad y firmeza.
Eso fue precisamente lo que hicieron los universitarios en el clásico contra el América que por fin les favoreció con la victoria.
El equipo de Marioni salió decidió a atacar, a cubrir todos los espacios posibles; a incomodar a un América que en buena medida por eso no se conectó.
Pese a las individualidades del visitante, el partido estuvo varias veces más cerca del segundo gol de Pumas que del empate americanista. Y esa es una medida que sirve para cerciorarnos que el desempeño del vencedor justifica las cifras.
Claro que Saldívar tuvo intervenciones acertadas como del otro lado Marchesín se hizo también presente. Y que el gol de Carlos González mereció ser acompañado en el mediodía del Pedregal por algunos más de uno y otro lado porque el juego lo ameritaba.
Un partido se va tejiendo a lo largo de 90 minutos y tiene varios puntos de inflexión que pueden cambiar su rumbo. En esta ocasión, los universitarios tuvieron la mayoría de ellos en la mano y podrán adquirir la confianza que se les fue al piso contra el mismo rival en la pasada Liguilla por el título.
Fue una tarde de reivindicación puma con estadio lleno y esperanzas reconfortadas.
En el otro clásico, Guadalajara venció al Atlas con gran autoridad.
Los rojinegros, tan acostumbrados a prometer y luego no poder cumplir, vieron cómo las Chivas se les fueron encima y terminaron goleándolos.
La noche de Alexis Vega con su triplete para reencontrarse con el gol ofrece la promesa de un mejor futuro, en una campaña que ha tenido sus altibajos pero en la que el regreso al cuarto lugar de la Tabla revela que los refuerzos del Rebaño están desquitando con creces la inversión de la directiva y que Cardozo está encontrando la forma de conducir un equipo que necesitaba sentirse ganador.
Los dos duelos, uno más sordo que el otro, correspondieron a la tribuna repleta con diferentes características y con ganadores claros. También uno más que otro.
Mientras los finalistas del torneo pasado siguen enfrentándose a distintos sufrimientos, varios aspirantes se apuntan para brillar en la campaña. El norte vuelve a tomar los dos lugares de mayor privilegio, Necaxa y León se insinúan con fuerza para competir y parten el queso.
La campaña avanza con rapidez y no hay mucho tiempo qué perder.
Los rezagados tienen que responder de inmediato.
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