La designación de Miguel Herrera como DT de la Selección es inminente. A partir del 2 de diciembre las cosas serán muy distintas para él y los responsables de conducir a México hacia su decimoquinta Copa del Mundo. Comenzarán los cuestionamientos y las sugerencias, las desacreditaciones y las opiniones de todo un País que, en temas de futbol y política, se siente con derecho a
discutir.
Vendrán los amistosos que en buen número y por contrato, deben realizarse en EU, con la gran limitante de que únicamente existe una Fecha FIFA antes del Mundial (5 de marzo) y el resto será muy complicado contar tanto con rivales calificados y completos, como con una Selección cercana a lo que se presentará en la Copa.
Los 32 directores técnicos que participarán en Brasil 2014 contarán con sus 23 jugadores aproximadamente un mes antes; en ese lapso tendrán oportunidad de jugar algunos amistosos, que de mucho servirán a Herrera, pero que no necesariamente serán esos resultados el reflejo de lo que veremos en el Mundial.
¿Y ahora qué sigue? Lo que hasta hace poco parecía gran ventaja y un orgullo: tener un número considerable de mexicanos en el futbol europeo, hoy parece ser una incomodidad. Los constantes rechazos a las convocatorias, las condicionantes, la poca actividad, el desgaste o la adaptación representan a últimas fechas problemas y no soluciones. Ya no son los mexicanos en Europa, son "los europeos", en una clara muestra de que ya no son "tan nuestros".
Para Herrera sigue un periodo sin aparente presión en la cancha por obtener un resultado o ganar un torneo, pero será un tiempo cargado de intereses y de presiones para convocar, alinear o considerar a tal o cual jugador. Al final, la última palabra debe ser del 'Piojo" y nadie más.
Vienen meses de comercialización extrema con patrocinadores que, una vez pasado el susto, no tendrán prudencia en solicitar de la Selección lo que les corresponde. Y no, si usted piensa que debido a la terrible crisis de 2013 cambiarán los intereses o procedimientos, y el aspecto deportivo será priorizado, se encuentra en un error. Serán seis meses insaciables en los que toda la industria, directa e indirecta, que vive del futbol mexicano se desbordará, tanto en México como en EU.
Miguel sueña dirigir un Mundial y sólo una desgracia se lo impedirá muy pronto, no sé si demasiado pronto. Aunque por increíble que parezca, existen detractores del único candidato para dirigir al Tri, como Tomás Boy. Lo cierto es que el "Piojo" tiene hoy todas las credenciales para convertirse en el inesperado conductor de este nuevo intento por llevar a la Selección a lo que debe seguir: finalizar en una posición de acuerdo a su afición, infraestructura, calidad técnica y productividad económica.
@Felixatlante12
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