Esta película es una saga.
El técnico nacional es amado sin medida, es un héroe tipo Rambo. Todo mundo simpatiza con él, con su lucha y causa. Luego tendrá una seguidilla de derrotas y dependiendo de la monta de los rivales, caerá de la gracia de muchos que intentarán volverlo un villano más odiado que el mismísimo Guasón de Heath Ledger.
Mientras ocurre (ojalá y no) la
transformación tipo Hulk que suele ocurrirles con el tiempo a los técnicos en sus niveles de tolerancia, esta madrugada se escuchó la mejor versión posible de un técnico en plena madurez y control. Hizo un breve y muy acertado diagnóstico de la problemática, alabó a los jugadores, agradeció a quienes le apoyaron, no asumió que la gorra es suya sino hasta que le digan que le pertenece, y vuelve al América sin cobrarle un solo peso al Tri.
Un personaje en un momento de aceptación popular total. Exactamente con el que llegó a contar el "Chepo" que, entre su aislamiento y caras largas, falta de variantes en ataque y resultados inesperados, se convirtió en el enemigo público número uno.
Miguel no ha dejado de ser temperamental, nunca podrá porque está en su ADN, y deberá, además de buscar más entrenamientos para su "base" de jugadores locales, entrenarse a sí mismo para el desgaste próximo y frecuente frente a los medios y no perder la cabeza.
No es lo mismo ser el Chanoc que salva una misión casi pérdida, a encabezar la toma de decisiones para una planeación vasta y distinta que empezará a encontrar resistencias propias y extrañas. De lo primero, deberá ser convencer a la opinión pública que el mejor jugador que tenemos fuera del país, Carlos Vela, no es un traidor a la patria.
Que todos serán observados y observables y que es posible hacer un Mundial de calidad porque de la Eliminatoria a junio próximo, hay mucho para maniobrar y enderezar al equipo.
Y como todo es posible en el futbol mexicano, le ruego destruya este papel si el 2 de diciembre nombran a otro. De todas maneras le quedarán al pretendiente del Tri, todos los anteriores y humildes consejos para ese lugar mágico, trágico, cómico y musical en el que se ha convertido por décadas la banca del equipo mexicano.
Te llames como te llames, pasarás de héroe a víctima y villano y te pondrás el disfraz de cada cosa 20 veces hagas lo que hagas. Hasta que te canses o se ocupe otro Mesías para que resuelva lo que en los escritorios no se hace.
jalarcon@cancha.com
@Javier_Alarcon_