Dudas de lo que viene

Francisco Javier González
en CANCHA


Mucha gente daría por un hecho la continuidad de Miguel Herrera al frente de la Selección Nacional.

Sin embargo algunos directivos -entre ellos Alejandro Rodríguez, de los Tigres- hicieron una propuesta ayer mismo antes del partido. Comentó que a él le gustaría que en la reunión del 6 de diciembre la FMF propusiera tres candidatos para dirigir al Tri en la Copa del Mundo.

Esto

quiere decir que Miguel Herrera no está seguro en el cargo.

A Herrera por supuesto que se le debe un detalle de cortesía y agradecimiento. Salvó a la Selección Nacional en una circunstancia que implicaba un riesgo para él y para el equipo que dirige con aspiraciones de ser bicampeón. Es cierto, por otra parte, que no por una muestra de agradecimiento se debe ratificar a un técnico para un proceso mundialista. Debería implicar la aparición de un plan de trabajo lo más detallado posible con las condiciones que el aspirante decidiera pedirle a la FMF.

Esto quiere decir que no únicamente la respuesta consiste en saber qué opinan los directivos sobre Herrera sino también qué pretendería el nuevo técnico nacional para que le garantizaran un proceso lo más tranquilo posible.

De acuerdo a lo que ha sucedido en anteriores vísperas de Copas del Mundo, durante el año que éste se vaya a asegurar, México tiene un total de entre ocho y diez partidos. Los rivales desde el Mundial de Corea y Japón hasta el ultimo en Sudáfrica han sido de lo más variado.

Parece muy importante la presencia del DT nacional en el sorteo de la Copa del Mundo. Y como América está en Liguilla y Herrera no está confirmado, es probable que los directivos vayan solos al sorteo del 6 diciembre.

Todos los adelantos que se puedan hacer en cuanto a relaciones, elaboración de calendario de amistosos y rivales con los cuales charlar directamente caerían por tierra o por lo menos no contarían con el visto bueno de la parte deportiva del seleccionado, que es al fin de cuentas la más importante.

Lo sucedido con la Selección en el 2013 implica responder una serie de preguntas que son incesantes. Interrogantes que no quedan totalmente clarificadas por la calificación frente a un rival que no por débil implicaba la posibilidad de fracasar en el intento.

No se trata únicamente, y perdón por la insistencia, de que los directivos lo quieran a él, sino que él pueda tener sustento de la mejor manera posible en la tarea que podrían encomendarle.

Que Dios ilumine a los directivos. Es algo que se vuelve a pedir hoy con más devoción que nunca.

 
fjgonzalez@reforma.com